Concierto antenoche de Fear Factory

Sin miedo a repartir metal

La anoche del jueves para los amantes del género metal industrial se puede resumir en solo dos palabras: "Fear Factory".

Esa fue la frase que corearon al menos unas 600 gargantas, quienes acudieron al concierto de este grupo angelino, en la discoteca Salsa 54.

El desfile de "piercings", tatuajes, botas y gabardinas de cuero era la indumentaria obligatoria con la que había que llegar.

Entre las 7 y las 9:15, los grupos nacionales December's Cold Winter, Días de Agonía e Insano se encargaron de calentar el ambiente. Pero, solo los últimos cumplieron con el objetivo.

Cuando el reloj marcó las 9: 45, bajaron los miembros de seguridad, abriendo paso entre la marea de camisas negras.

Allí salieron en fila Raymond Herrera (batería), Byron Stroud (bajo), Christian Olde Wolbers (guitarra) y el vocalista Burton C. Bell, lo que provocó el júbilo de los asistentes.

Con un agringado acento, el líder de la agrupación levantó sus dedos índice y meñique, en señal de aprobación. "¡Hola San José!", se le escuchó decir.

Los temas "Transgression", "Digimortal" y "Empty Vision", fueron parte de la descarga eléctrica que puso a todos a mover sus cabezas y a otros a darse de empujones como "acostumbran" hacer cuando suena este género.

"Los sigo desde hace ocho años, estoy emocionado. En Nueva York me los perdí, y ahora, no iba a dejar de venir", dijo José Brenes, quien llegó desde Cartago con su cabeza rapada y "chivilla" larga.

Con el avanzar de la noche, a eso de las 11.30 "La máquina del miedo" -como también se le llama al cuarteto-, repasó los éxitos "Shock y "Undercurrent", para dejar satisfechos a todos sus oscuros fanáticos.