Tres sospechosos del crimen

Asesinaron en Limón a un taxista, padre de 5 niños

José Loría Pérez, de 45 años, acababa de dejar a su esposa en el hospital

Limón.- El taxista informal José Loría, de 45 años, dejó a su esposa, Ana Pérez, antenoche, a las 11:45, en el hospital Tony Facio, pues uno de los hijos tenía un fuerte dolor abdominal, y esa fue la última vez que lo vieron con vida.

Unos 17 minutos después, Loría fue encontrado con dos impactos de bala en la espalda, en una calle del barrio Las Brisas, en Pueblo Nuevo.

El OIJ trata de esclarecer qué pasó durante esos 17 minutos en el trayecto del hospital al barrio, y quiénes son los asesinos.

Varios vecinos que prefirieron el anonimato, aseguraron a la policía que, después de escuchar los disparos, vieron correr a tres hombres: dos de raza negra, al parecer, menores de edad, y un hombre blanco que tenía un arete en la oreja.

Andrés Loría, hijo mayor de la víctima, dijo ayer que su padre dejó a doña Ana en el hospital y después hizo un servicio para completar los ¢8 mil que le pide el dueño del taxi.

"Mi mamá empezó a llamarlo como a la medianoche, pero no respondía. Entonces, me llamó para que insistiera en el celular. A los pocos minutos, me contactó el dueño del taxi para decirme que a mi papá le había pasado un accidente", comentó el muchacho.

La policía presume que Loría subió a los tres hombres, minutos después de dejar el hospital. Al parecer, forcejeó con los delincuentes, ya que tiene una herida de arma blanca en la mano.

Se cree que, en ese momento, uno ellos le disparó en la espalda. Una de las balas le salió por el tórax, a la altura del corazón, y la otra quedó alojada en el pecho.

La víctima José Loría Pérez Edad: 45 años

Iba a tener su primer nieto

Adriana Loría tiene siete meses de embarazo. Su futuro hijo era el primer nieto que iba a tener don José.

"Estaba muy ilusionado y feliz porque es un varón", dijo ayer Adriana en la casa donde vivía con su padre, en el barrio Limoncito.

Limonense de nacimiento, la víctima trabajó en el muelle durante muchos años. Sin embargo, desde hace cinco, se desempeñaba como taxista informal.

"Trabajaba las 24 horas del día. Venía a la casa a comer y a descansar un poco, pero pasaba noche y día en el taxi", manifestó Grevin, uno de los hijos de la víctima.

El taxista fue asaltado hace un año. En esa ocasión, lo dejaron encerrado en la cajuela del taxi, también por el sector de Las Brisas.

"Mi mamá le decía que dejara el taxi, pues era muy peligroso", manifestó Adriana.

Varios taxistas informales están realizando una colecta para ayudar a la familia con los gastos del funeral.

El dinero lo están recogiendo en una caja que han ubicado en las diferentes paradas de taxis.

"José era un hombre dedicado a su familia. No es justo que le haya pasado algo así", agregó ayer Danilo Moya, amigo y también taxista informal.