Buscar
Ver otras ediciones
Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP Foro Galería Escríbanos Pura Vida
 
 Nacionales Jueves 02 de febrero, 2006, San José, Costa Rica.
 

Ante apatía, hasta Franklin Chang debió juramentarse

Por aquí, por allá y ¿la campaña?

Pablo GUERÉN CATEPILLÁN
Colaboraron
Esteban Arrieta, Julio Peña, Jhonny Torres, Luis Flores y Rolando Aviles.

Además:

  • Con permiso para votar
  • Ayer fue un miércoles normal. Los ticos se levantaron, fueron a estudiar, al trabajo. Las presas abundaban. Los tráficos quitaron placas por no tener marchamo. Viene otra alza de combustibles. Llegó la cuenta del celular.

    Es un honor vivir en Costa Rica y participar en un proceso electoral que no tienen todos los países".

    Carlos Saborío, vecino de puntarenas.

    ¿Votar? ¿Después de que se robaron este país? No tropiezo dos veces con la misma piedra".

    Julio García, vecino de san josé.

    De todo hubo, menos política, a solo 72 horas de elegir al nuevo Presidente. Recorrimos medio San José. Y nada. En tres horas de viaje, 12 carros con banderines, 6 casas con banderas y 3 bicicletas con calcomanías. Las campañas calientes se las llevó el viento.

    "Esto está más muerto que aquí adentro", nos dice doña Grettel Zúñiga, en las afueras del Cementerio General.

    A la misma hora, el clima político en Nicoya, Los Chiles, Puntarenas y San Vito de Coto Brus era el mismo: congelado. De vez en cuando, la calma local la rompe un carro tocando bocinas, anunciando a un candidato a diputado o a regidor.

    La gente mira al chofer como si fuera un algún extraterrestre. En el Puerto, los turistas preguntan si de verdad el domingo hay elecciones o es una broma tica.

    Islas en un mar

    Y hablando del espacio, tal es la frialdad que hasta Franklin Chang tuvo que jurar ayer como miembro de mesa, junto a rectores de universidades y otras autoridades. "No podemos darle la espalda al país en estos momentos de crisis. Tenemos que actuar", dijo preocupado el astronauta.

    A pesar de todo, seguimos recorriendo San José, en busca de un milagro. Pasan las horas y nada. La tarde ya cae y, por fin, en La Sabana unas banderas se mueven. Algo pasa. Es la "casa de la victoria" de Óscar Arias.

    Adentro, un mar de verdiblancos corren de un lado para otro. Llamadas van y vienen, reuniones, entrevistas.

    Es una verdadera isla de campaña en medio de un mar de indiferencia. Lo mismo ocurre en San Pedro, en la sede de Ottón Solís, y el PAC. Y de ahí en adelante, nada más de campaña. Si hasta las sedes de otros partidos recuerdan al cementerio de doña Grettel.

    Pese a todo, la esperanza no se pierde. "El ambiente se calentará como el sol que brilla en el horizonte porteño", asegura casi en tono romántico, mirando al Pacífico, doña Yulissa MacCarthy.

    La fe y pasión de un país que vive la política me vuelve al alma.

    Y mucho más cuando, en Pavas, Nicolás, de 10 años, me asegura que espera ansioso el domingo. Orgulloso lo miré pensando en las futuras generaciones.

    Pero la preocupación me volvió cuando me dijo el motivo de su anhelo: "es que ese día mi papá me va a llevar a la playa".

    Foto: 1177385
    ¿Quiere una banderita? Muchos siguen su marcha.
    José Rivera

    Foto: 1177408
    Franklin Chang, la Defensora Lisbeth Quesada y Rodrigo Arias, rector de Universidad Estatal a Distancia, se juramentan.
    EFE

    Foto: 1177404
    Pocas banderas en El Guarco, donde ayer estuvo Ottón.
    AP

    Con permiso para votar

    Alejandra Madrigal Ávila

    Los patrulleros, policías, vigilantes, tráficos y hasta las enfermeras, que tengan que trabajar el próximo domingo, día de las elecciones, tienen permiso para acudir a votar.

    Así lo establece el artículo 69 del Código de Trabajo, donde indica que es obligación del patrono "conceder a los trabajadores el tiempo necesario para el ejercicio del voto en las elecciones populares sin reducción del salario".

    Fernando Trejos, ministro de Trabajo, afirmó que el "tiempo necesario" podría ser de dos horas, cuando el trabajador esté cerca de su lugar de residencia.

    Los problemas se podrían presentar si el empleado tiene que trasladarse a una zona más apartada de su lugar de trabajo.

    "Acá lo importante es que tanto el trabajador como el patrono, conversen y lleguen a un acuerdo", dijo el Ministro.

    Explicó además que la obligación del patrono no es irrestricta, por lo tanto, podría estar sujeta a varios límites.

    Por ejemplo, si se trata de un trabajador de una unidad de cuidados intensivos, el jefe valorará la conveniencia de dar permiso, dado lo delicado de su labor

    "Ese permiso no puede afectar bajo ninguna circunstancia la prestación de un servicio público o social", manifestó Trejos.

    Esta es una de las pocas licencias que contempla el Código y que incluye el pago salarial.

    Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP
    Servicios Foro Galería Escríbanos Pura Vida
    © 2006. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr