Miedo a morir no la dejaba vivir
“Yo no podía ni siquiera montarme a un bus, porque creía que chocaría y moriría, si iba al cine, temía que me cayera el techo encima o algo así. Era horrible, no tenía calidad de vida”.
Con estas palabras, Virginia (identidad protegida), recuerda la fobia a morir que sufrió por cuatro años.
Aunque en un principio parecía un problema médico, su constante temor a todo la llevó a consultar –sin resultados– gran cantidad de especialistas, hasta que recibió tratamiento con hipnosis.
Según Virginia, durante el tiempo que estuvo enferma no podía ni trabajar ni estudiar, pues siempre dependía de alguien para todo.
“De un momento a otro sentía que me iba a morir, me faltaba el aire, sentía un fuerte dolor en el pecho y sufría una depresión muy fuerte.
“A pesar de que no tenía nada, yo creía que me iba a dar un infarto o algo así, no estaba tranquila, siempre pensaba que me iba a morir”.
Hoy, esta joven está completamente recuperada y aunque asegura que fue proceso largo y difícil, reconoce que su vida cambió considerablemente.
“Ahora mi existencia es tan normal como la de cualquier otra persona”.
Virginia prefiere reservarse las causas de su fobia, pero sí dijo que la hipnosis es un tratamiento muy profesional.
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