Compromiso de alto vuelo
Antes trabajaba en el ICE como ingeniero mecánico en proyectos de desarrollo de software y otros.
Un día de tantos, fue motivado para que participara en la selección que haría la empresa de Franklin Chang para construir el motor de plasma, y luego, en tan solo unas pocas horas, lo escogieron.
Juan Ignacio del Valle nunca imaginó que lograría trabajar en un proyecto como éste, aunque reconoce que sí lo soñó muchas veces.
“La responsabilidad que tenemos es muy grande, por lo que la exigencia es muy alta.
“Según los lineamientos de la empresa, debemos entregar resultados en un tiempo determinado para cumplir las metas que se nos han fijado, y la única forma de lograrlo es trabajando en grupo”.
Del Valle asegura que esta ha sido una de las experiencias más agradables de su vida.
“A pesar de que he tenido que alejarme de mi familia una vez más, creo que estoy logrando una de las mayores metas que un científico puede plantearse”.
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