Drama de madre e hija en Río Jiménez de Guácimo

Errores de secuestradores permitieron liberar a Mónica

Operación “canario” permitió rescatar con rapidez a la menor de siete años

Guácimo. - –Vamos a proceder.

–Ok, copiado.

–Próximos al ingreso.

–Despejado, despejado.

–Fase crítica, fase crítica, proceder.

–Por el flanco, todo bien.

–Procedemos, procedemos.

–Van bien, están bien, sigan.

–Procediendo

–Positivo, positivo, sí había canario.

–Muy bueno, muy bueno, excelente, excelente.

–Mantengan libre, mantengan libre...

Esta es la conversación policial sostenida minutos antes de ser liberado el “canario”, nombre con que se identificó a Mónica Ugalde, de 7 años, quien fue rescatada el lunes pasado de una vivienda donde la tuvieron encerrada por cinco días en Río Jiménez de Guácimo.

A su madre la habían liberado tres días antes en El Cairo, de Siquirres.

Eran las 9:50 p.m. del lunes 9 de octubre. La policía tomó la zona de El Aguacate de Guácimo. Ahí, en la vivienda estaba la niña, dentro de un cuarto con baño, y sus secuestradores situados en la sala.

Una hora antes del rescate, otros dos miembros de la banda fueron detenidos, mientras viajaban en un automóvil por el cruce de Cartagena.

Luego de esa detención, agentes del Servicio Policial de Intervención Inmediata (SPII), se trasladaron de inmediato a la casa donde estaba ´Mónica.

La entrada a la vivienda debía ser rápida, para que los otros secuestradores, que estaban con la menor, no sospecharan nada.

Ubicados en dos flancos, uno por un costado y el otro por el frente de la casa, empezó la operación para liberar a Mónica.

El grupo que estaba a un costado de la casa, tenía ubicado el cuarto donde se encontraba la niña.

Primero le hicieron un hueco a una malla que cercaba l a casa, y muy despacio, por el área de jardín, se acercaron a la ventana del cuarto donde estaba la menor.

La ventana tenía una verja y, por la parte interna, tenía unas láminas de fibrolit.

Con cuidado, quitaron las celosías y abrieron un hueco en el fibrolit. La niña se acercó y ellos le dijeron que eran de la policía.

Con sus armas apuntando a la puerta del cuarto, tenían la orden de disparar a cualquiera que cruzara. Ante todo, estaba la vida de la pequeña.

Otro grupo del SPII , que estaba en el frente de la casa, ingresaron a la vivienda gracias a que el portón que da a la calle se encontraba abierto.

En una acción muy rápida, abrieron un segundo portón y luego la puerta para reducir a la impotencia a los secuestradores.

La acción de liberación había sido todo un éxito.

Sin embargo, para llegar a este punto, investigadores judiciales y agentes de la DIS efectuaron una labor de inteligencia. Incluso, al frente de la casa, ubicaron a agentes, quienes estuvieron allí por varios días. Ellos se acostaron en bolsas de dormir y vigilaron a los secuestradores.

Esta banda, integrada por varios hombres de la zona, cometieron varios errores que ayudaron a la policía esclarecer el caso.

Alquilaron una casa en una zona rural , donde por semanas dos hombres permanecieron solos. Uno de ellos, salía a llamar por teléfono de vez en cuando. Esto llamó la atención de los vecinos, además, que no salían a trabajar y que nadie los visitaba.

La policía presume que la intención de los captores era el dinero (¢100 millones), pero no pensaron en matar a la niña o a la madre, que estaba trasplantada de un riñón.

Paso a paso / Al Día 4 de octubre Tres hombres armados ingresan a la casa de la familia Ugalde Cordero y se llevan a Sonia y a Mónica. / Al Día 5 de octubre Los secuestradores no se comunican con la familia en Río Jiménez de Guácimo. Se desconoce su paradero. / Al Día 6 de octubre Los secuestradores liberan a Sonia Cordero en la comunidad de El Cairo de Siquirres. Si habla matan a su hija. / Al Día 7 de octubre Los familiares de Mónica suplican a los secuestradores que se comuniquen con ellos, pero nadie los llama. / Al Día 8 de octubre En un vuelo de emergencia, Sonia Cordero, es trasladada de Guápiles a San José para recibir atención médica. / Al Día 9 de octubre Mónica Ugalde es liberada por un escuadrón del SPII en una casa a 10 kilómetros de la vivienda de donde fue sacada.