Tenía muchas metas por cumplir
Lílliam Mayela Fallas tenía 18 años de trabajar con el Ministerio de Educación, y más de siete como directora de la escuela Abel Ureña en Santa María de Dota.
Además, la educadora era madre de tres hijos y esposa del director regional de Educación en Cartago, Miguel Chaves.
Sus compañeros la recordaron como una persona amable, servicial, activa y con muchos deseos de superación a nivel personal y profesional.
“Ella quería llegar a ser supervisora de circuito”, comentó entre sollozos su amiga Jeanette Rodríguez.
Ayer por la tarde, el grupo de docentes esperaba la llegada de los familiares de Carlos Madrigal, quien se encuentra desaparecido.
Los maestros salieron, el viernes, de Santa María de Dota hacia Osa y llegaron a las siete de la noche. Todos se hospedaron en una cabina que reservaron desde hace varias semanas.
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