Shell responde

Estas son algunas de las respuestas que Shell envió mediante empresa de comunicación Edilex.

1 ¿Existe un manual de procedimiento en casos de emergencias y en materia de operación (cambios de filtros) de las máquinas que venden combustible? Si existen procedimientos para el cambio de filtros y estos los ejecuta una compañía especializada contratada con ese fin.

2 ¿Cada cuanto tiempo cambian los filtros de las máquinas? La compañía especializada en el cambio de filtros los reemplaza, en forma preventiva, dos veces al año.

3 ¿Por qué se vendía gasolina, al tiempo que se cambiaba el filtro, según lo determinó una investigación preliminar de los bomberos? Estamos realizando la investigación para determinar las posibles causas del accidente, entre ellas lo que usted está preguntando.

4 ¿Desde hace cuanto trabaja con ustedes el personal que estaba en ese momento en la estación? Como le dije anteriormente Shell no administra esta estación de servicio. Esta estación, bajo nuestra marca es administrada y operada por un concesionario. Por lo que desconocemos el tiempo de trabajo de dicho personal.

Mamá y niños iban al balneario Ojo de Agua

Un mural en el María Auxiliadora en nombre de Nicole, es decorado por los alumnos. Juan Campos

Escazú.- Lo que pintaba ser un hermoso y tranquilo viaje familiar, una parada a echar gasolina lo transformó en un infierno.

El destino era el balneario Ojo de Agua. En el carro que manejaba Gloriana Umaña y viajaban sus hijos, Nicole y André González, todo era risas y emoción, minutos después de ese sábado, los menores fallecían calcinados en la bomba Shell, en Escazú.

Según la abuela paterna, Zeneida Fernández, los menores querían ir a disfrutar al centro turístico desde hacía semanas.

Como su padre, Juan Carlos González, trabaja con estructuras metálicas en Jacó y volvía hasta el sábado en la tarde para pasar el resto del fin de semana con su familia, Gloriana y los niños decidieron irse a divertir en la mañana al balneario.

Marcela González, tía de los chiquitos, cuenta que ella siempre jugaba con los niños y que lo más lindo era ver lo educados que eran con las visitas.

“A Nicole le decíamos de cariño ‘Micoliflor’, porque era toda coqueta”, explica González. “A André ‘Macho Calacho’, porque era terrible para hacer bromas y contar chistes”.

La tía comenta que todas las Semanas Santas, André se vestía de soldado y desfilaba junto a su padre. “Le fascinaba salir marchando, caminaba con el pecho salido, se veía precioso”.

Doña Zeneida Fernández ayer en su casa. Federico Castillo

También en el prekínder le decían el “Héroe”, porque era el más valiente y grande entre los niños del centro educativo barrio del Carmen.

“Como era todo grandote, defendía a sus compañeros de los más abusones”, afirma Marcela.

La hermana mayor de Juan Carlos, María, cuenta que entre los menores la relación era muy bella. “Se querían montones, jugaban juntos todo el día y les gustaba montarse en la carreta con los bueyes”.

María agrega que también compartía con los primos y pasaban jugando en el barro.

“Conmigo también jugaban mucho”, interrumpió el primo de los niños Milton González. “A André y a mí lo que más nos gustaba era jugar bola con los demás vecinos. También nos metíamos a los montazales a jugar de soldados”.

Otro hermano de Juan Carlos, Jorge, explicaba cómo fue que se enteraron de lo que sucedió.

“Un vecino (Kéylor Elizondo) vino corriendo a decirnos que pusiéramos las noticias”.

Según el tío, Elizondo se encontraba haciendo fila en la gasolinera y estaba a cuatro carros del de Gloriana y los niños.

Explica que cuando vio la explosión, colisionó con otro carro y salió rápidamente del lugar.

“Cuando él se bajó, vio que no podía hacer nada, agarró el carro y se vino volando a decirnos lo que estaba pasando, dijo Jorge. “No lo podíamos creer, era como ver una película y lo peor era que nuestra familia estaba adentro”.

Solidarios en la tragedia

Los detalles de los vecinos comenzaron el domingo en la mañana. Flores, crucifijos y notas lo adornan. Juan Campos

Aunque el dolor viste la bomba Shell en el centro de Escazú, varios vecinos tratan de llevar su más sentido pésame decorando el carro donde se encontraban los menores con flores, crucifijos y mensajes.

Este tipo de gestos también se han visto en el Liceo María Auxiliadora donde pusieron un mural para que todos los alumnos coloquen los mensajes que deseen para su excompañera, Nicole.

“Ella era toda linda, nunca tenía problemas con nadie y una vez hasta lloró con nosotras porque nos dieron una boleta”, aseguraban sus compañeras Mariana Elizondo y Nidia Acevedo.

En la escuela de André, la directora del centro, Fanny Sequeira, dijo que en estos días van a poner un mural y hacer una misa en la Iglesia Monte Carmelo, para que vaya toda la comunidad.

Ayer también comenzaron las investigaciones entorno al caso, cerca de la 1:30 p.m., cuando agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y funcionarios del Instituto Nacional de Seguros (INS), revisaban diferentes puntos de la bomba para una investigación más a fondo.

Con cámaras de fotos y video, los funcionarios observaban cuidadosamente cada detalle en la gasolinera entre los escombros.

“No podíamos sujetarla”

Ramírez pudo mantener la calma. Federico Castillo

“Ni entre cuatro podíamos sujetarla, estaba tan desesperada que se nos zafaba”, cuenta el carnicero Juan Carlos Ramírez, quien junto con otros tres sujetos, trataban de contener a la angustiada madre que insistía en devolverse por sus hijos.

“Mire joven, fue algo impresionante. A la señora (Gloriana) se le caía la piel de los brazos, pero estaba tan alterada, que seguro no sentía nada”, explica Ramírez.

El vecino comenta que al escuchar la explosión, pensaron que había sido un choque entre autos, hasta que salieron y observaron la fuerte llama en la gasolinera.“A partir de ahí se vinieron los otros bombazos.

“Antes de ayudar a sujetar a la señora, tuve que correr por una vecina minusválida que vive en el piso de arriba”, dijo Ramírez. “Ella (Corina Protti) solo se deja sujetar por mí. Una vez que la logré poner a salvo, miré a la señora y los otros hombres”.

Don Isaac Delgado, es un pulpero que se encontraba en su local cuando sucedió el percance.“Tuve la tranquilidad para llamar al 911 al ver el montón de llamas. La señorita del 911 me comenzó a preguntar por el número de cédula y otras y en eso explotó un carro. Colgué y salí corriendo para ver a quién ayudaba”.