¡Ya llevan 25 años!

La conocida presentadora de CNN, Glenda Umaña, está celebrando sus bodas de plata y comparte con Al Día algunos consejos sobre el matrimonio

Glenda Umaña está de manteles largos y por muy buenos motivos. Ella y su esposo, Manuel, celebran sus bodas de plata, son 25 años de feliz matrimonio.

El fiestón lleva más de un mes en el hogar de la reconocida presentadora de CNN en Español, quien le contó a Al Día, en exclusiva, cómo lo celebraron. Además, adelantó que muy pronto vendrán a Tiquicia para festejarlo también con su familia.

Glenda no se cansa de darle gracias a Dios por su hogar, en el cual el amor y el respeto son una constante.

La tica se mantiene tan enamorada de su marido como el 30 de julio de 1982, cuando caminó hacia el altar sintiéndose una princesa.

¿Cómo celebraron su aniversario de bodas?

El aniversario se cumplió el 30 de julio, pero lo comenzamos a celebrar hace algunos meses ya que tuvimos la oportunidad de realizar un viaje por el Mediterráneo. Todavía tenemos unos días reservados para nosotros y pensamos ir a festejarlo con una gran fiesta a Costa Rica.

¿Cuándo será?

En setiembre. Justo cuando se casa nuestro sobrino, pues nosotros somos los padrinos. Es como una doble celebración, pues es la continuación por medio de ellos, de una relación muy especial.

¿Qué significa para usted este aniversario?

Llegar a cumplir bodas de plata pienso que empata con lo que queríamos cuando decidimos casarnos: estar juntos para toda la vida y ya 25 años... suenan… es algo.

¿Qué le regalaron?

Una clavinova. Es un piano digital, que toca solo, tiene karaoke y también uno puede tocar. ¡Es una maravilla!

¿Renovarán sus votos?

Sí, claro. Lo más importante es darle gracias a Dios por tantas bendiciones recibidas en todos estos años. Especialmente por los padres que nos dieron la vida y por los hijos tan lindos que tenemos.

Enamoradísima

¿Qué necesita una pareja para mantenerse unida?

Es un proceso de aprendizaje. Muchas parejas se dejan llevar por los problemas domésticos y no hay que dejar que eso impacte negativamente en una relación. Hay que tener tolerancia y aprender de los altos y bajos de cada uno. Pero más que todo, es esa fuerza sobrenatural que proviene de Dios lo que da sabiduría y mantiene a una pareja unida.

¿Cómo la conquistó Manuel?

Me conquistó con su corazón. Porque desde el principio fue sincero y se mostró tal cual es. Tiene sentimientos muy especiales de honestidad, humildad y una gran conciencia social.

Desde que comenzamos a salir, me contaba de sus ideales de formar una familia como la que hemos tenido en estos 25 años… ¡Gracias a Dios!

¿Qué la mantiene enamorada de su esposo?

Los dos somos muy diferentes, pero tenemos el mismo enfoque sobre la vida y creo que esto es muy importante. Además, él es muy cariñoso y siempre está pendiente de mí, se preocupa de su presentación y le encanta vestirse bien guapo.

¿Quién conquistó a quién?

(Se ríe) Bueno… eso pregúntaselo a él… teníamos un grupo de amigos en común y ellos nos presentaron. Él me dice que ya me tenía vista cuando pasaba por el pretil, en la Universidad de Costa Rica. Yo lo conocía de vista, porque cuando yo estaba en quinto grado (colegio Metodista), él estaba en quinto año.

¿Qué recuerda de su boda?

Nos casamos a las 8 a.m. en la iglesia de Santa Teresita. Recuerdo que me sentía como una princesa. Estaba tan feliz e ilusionada. Me case muy tempranito, casi no dormí pensando en que tenía que prepararme. Recuerdo a mis seis hermanos desfilando. Como yo soy la mayor, mi hermana menor, Paula, solo tenía siete años y llevaba los anillos. Estábamos tan felices, muy enamorados.

¿Qué consejo le daría usted a esas parejas que están por casarse o recién casadas?

Que lo tomen muy en serio, formar una familia no es un juego.

Claro que es esencial la unión física, pero la espiritual lo es aún más. Hay que aprender las necesidades y expectativas de cada uno. No pensar que uno se casa para cambiar a la otra persona.