Habían zarpado el 16 de noviembre, rumbo a Papagayo

Náufragos del Piscis III volvieron

Para mantenerse vivos, mataron y comieron 80 tortugas, los huevos de éstas y bebían poca agua

Golfito - Luego de que permanecieron como náufragos durante un mes y medio en alta mar, ayer llegaron a Golfito los cinco pescadores artesanales de la embarcación Piscis III.

El barco había zarpado de playas del Coco, en Sardinal, Carrillo, el pasado 16 de noviembre, rumbo a la zona de Papagayo, donde tenían previsto permanecer dos días.

Sin embargo, un problema con la manguera del motor hizo que los pescadores Gregorio Collado (capitán), Mínor Taylor, Deirin Taylor, Róger Quintero y Kervin Reyes quedaran a la deriva y sin repuestos.

Además del problema mecánico, la embarcación sufrió un desperfecto con el radio de comunicación, afirmó ayer Collado, minutos después de que tocó tierra.

El Piscis III había sido visto por última vez, la noche del 18 de noviembre, por tripulantes de la lancha Río Bravo, que estuvieron a unos 50 metros de distancia, pero, como era de noche, no efectuaron ningún contacto.

Según Carlos Alvarado, director nacional de Guardacostas, la Piscis III fue localizada a 100 millas náuticas (185 kilómetros) del puerto de Acajutla, en El Salvador, por el buque mercante polaco “Warrior”.

En ese navío estuvieron dos días hasta que anteayer, a 15 millas de la entrada a Golfo Dulce, en Punta Burica, hicieron el transbordo a la patrullera Pancha Carrasco, de Seguridad Pública.

A punta de tortugas

Con la emoción de que ya se encontraba en el país, el capitán Collado aseguró ayer que, durante el tiempo en que estuvieron a la deriva, pescaron algunas tortugas para sobrevivir, pues llevaban comida para pocos días.

“Nunca perdimos la fe en que nos iban a encontrar. Comíamos las tortugas y sus huevos. Sólo nos alcanzaba el agua llovida para dos tacitas al día”, recordó.

Agregó que, la noche en que vieron el navío a la distancia, tomaron las cañas de pescar y le adjuntaron bolsas blancas que simulaban banderas.

“Cuando el barco pitó que venía por nosotros, nos arrodillamos y lloramos por la emoción de que saldríamos de allí”, agregó.

Por su parte, Reyes dijo ayer que tuvieron que comer carne casi cruda, y que él dormía agarrado a un mecate, debido al fuerte viento en las noches.

Respecto a la embarcación Piscis III, los pescadores, vecinos de playas del Coco, afirmaron que quedó flotando y cerca de la costa, por lo que no descartan que puedan recuperarla.