¿Es buen amante?

Del hombre se espera que sea “bueno” y a ella se le pide ser “sigilosa” para que no piensen mal

¿Cuánto nos preguntamos y cuestionamos a lo largo de la vida si somos o no buenos (as) amantes? Yo diría que precisamente es así: a lo largo de la vida el rendimiento sexual de cada uno es diferente, sin embargo, no está de menos señalar que en nuestra sociedad machista el hombre tiene el mandato social de ser un “buen amante” (y lo pongo entre comillas porque es lo que se espera de él, mas no necesariamente lo que sucede).

En las mujeres la demanda camina sigilosamente o en silencio, porque de lo contrario se puede pensar “mal” de ella. Las mujeres tienen autoestima sexual y también muestran inquietud por saber sobre su “rendimiento” a la hora de enfrentarse con la sexualidad.

“Tips” para ellos

Obviamente, el hombre tendrá que ser una persona que no solo inspire erotismo sino también ternura, muchas veces se le llega más fácil a una pareja con manifestaciones de atención y cariño con las manos, los brazos, las piernas y con un buen abrazo, pero que ojalá no toque ni se aproxime a las áreas erógenas, porque así deja de ser ternura.

Muchas veces he comentado en mi consultorio que es importante mantener el noviazgo durante la relación de pareja, ya que es un gran inspirador. Pero está claro que la ternura es responsabilidad de dos, lo que lastimosamente ocurre es que las personas tienden a dirigirse necesariamente a los genitales o a las zonas erógenas de entrada y esto sí es de un muy mal amante y de mal gusto.

“Tips” para ellas

Ni que decir entonces cuando nos encontramos con que la mujer casi nunca es la que inicia el juego de preludio antes de... ni es la que invita al compañero a la experiencia sexual y esto por inhibiciones y temores o vergüenza ¡pero en el respeto y la confianza todo se vale!

Igual de negativo es cuando no se atreve la mujer a guiar a su pareja –ya sea corporalmente o verbalmente– por donde le gusta más o indicarle dónde quiere sentir y así hacer de la experiencia sexual un encuentro más amoroso y divertido.

Es importante que la mujer dirija al varón en sus áreas más erógenas y principalmente cuando hablamos del clítoris lo pueda guiar en la intensidad de fricción y presión, de igual forma señalando cómo siente mejor o en qué posiciones su vagina disfruta más.

¡Atentos todos!

No quisiera ser reiterativa , pero no puedo dejar de mencionar lo importante que es entonces, que el hombre pueda controlar bien la eyaculación para que así la mujer pueda disfrutar tranquilamente su vagina (y no que él este parando ni cambiando el ritmo). Que sepa cómo y por dónde acariciar un clítoris, de manera que logre los orgasmos que ella quiera. Todo esto acompañado de un buen control de la erección, en donde no haya dificultades ni para que aparezca ni para mantenerla (aunque alguna vez en la vida los varones se verán en aprietos con la erección y eso es totalmente normal)

La sexualidad sana y gozosa depende también de la calidad de vida que lleven las personas: es muy importante tener en cuenta que el estrés al que esta sometida la sociedad moderna debe ser combatido con una buena alimentación y ejercicios, encontrar sana diversión como paseos al aire libre y dejar de visitar lugares encerrados, tomar sol en cantidades moderadas y dejar espacios para que la pareja se disfrute a solas, sin amigos ni hijos y tengan su momento de intimidad sin que nada les perturbe.

Todo dependerá de la vida de pareja en el plano interpersonal, o sea la forma en que se llevan o se tratan pero en el diálogo, el entendimiento de las cosas más simples y cotidianas del diario vivir: sin estos ingredientes en muy difícil convertirse en un buen amante.