Colegas piden ayuda para evitar que le rematen la casa

Abogado en apuros para pagar crédito

Tiene pensión por invalidez, pero no le alcanza para cancelar cuotas

Manuel Enrique Jiménez, abogado especialista en derecho laboral, pero pensionado a los 48 años por invalidez, está en apuros para evitar el remate de su casa y con ese fin un grupo de colegas trata de tenderle una mano.

Jiménez no ha podido pagar el préstamo de vivienda con el Banco Popular debido a su enfermedad. Él nació con retinosis pigmentaria, que le hizo perder la vista en forma temprana. Desde la escuela escribe en el sistema braille.

En 1997, a Manuel lo operaron de dos hernias en la columna, situación que lo hizo, al año siguiente, pensionarse por invalidez, luego de haber laborado por años en el Ministerio de Trabajo.

Desde entonces vive con una pensión de ¢188 mil, y el dinero que le generaban las asesorías legales que realizaba a dos empresas, por lo que en el 2004, decidió adquirir un préstamo para la compra de su casa propia.

Dos años más tarde, las dos empresas a las que le realizaba consultorías, le cancelaron el contrato por motivo de cierre.

Al prescindir de ese importante ingreso, le ha sido difícil pagar la cuota del banco que es de ¢245 mil mensuales.

“Mi pensión apenas me alcanza para la alimentación y pagar la luz y el agua. Yo deseo trabajar y hacer asesorías laborales a empresas. Tengo que mantener a mis hijos de 13 y 15 años”, dijo.

Los problemas empezaron para Jiménez en mayo del año pasado, cuando ya no pudo cumplir con el pago de las mensualidades con el banco.

Por este motivo, realizó los trámites para una readecuación de la deuda, pero la entidad lo denegó, iniciando como consecuencia, el trámite judicial.

Pidió ayuda al Colegio de Abogados, pero, al parecer, la legislación vigente no se lo permite.

Como última vía, Jiménez envió, la semana pasada, una carta al ministro de Vivienda, Fernando Zumbado y al presidente de la República, Óscar Arias Sánchez, solicitándoles ayuda.

“Yo no pido que me cancelen el préstamo, yo pido una readecuación de deuda de acuerdo a mis ingresos. La barca no se ha hundido, yo estoy optimista y tengo que estarlo, tengo dos hijos que mantener”, dijo Jiménez.

Amigos Generosos

Hace 15 días Hugo Araya, Carlos Sánchez y Rafael Morales, amigos y colegas de Manuel Jiménez, enviaron un correo electrónico a todos los miembros del Colegio de Abogados, además de jueces, defensores y fiscales, con la esperanza de que todos esos profesionales colaboren para saldar la deuda que tanto le agobia.

“A Manuel le daba pena pedir ayuda, pero nosotros, como sus amigos, decidimos colaborarle tomando ésta iniciativa”, afirmó Carlos Sánchez.

Es por eso, que se dispuso de dos cuentas bancarias para las personas que quieran ayudarle a salvar su casa.

“Manuel es una buena persona y un excelente profesional que ahora necesita de nuestra mano. Una ayuda importante y significativa sería que algunas empresas lo puedan dotar de trabajo, para que él tenga una vida más estable”, afirmó Alejandra Herrera, abogada.

El banco está dispuesto a realizar un arreglo extrajudicial, que traería como consecuencia, la inmediata paralización del proceso de remate.

“Se debe alcanzar un monto de aproximadamente cinco millones de colones que es lo necesario para poner al día el crédito junto con los honorarios de ley”, explicó Hugo Araya, amigo de Manuel Jiménez.

Por ahora, sus amigos se encuentran a la espera de la bondad de sus colegas y de las personas que deseen ayudar a Manuel.