Amante de la familia y feliz de ver a sus hijos crecer con bienestar

Restrepo más allá del balón

El técnico de la Liga deja de la lado el fútbol para compartir sus otras facetas

Va de frente como cuando quiere ganar un partido, le pone buena cara a la vida, más allá de las dificultades, y coloca a su familia como centro de todo.

Carlos Restrepo, técnico de Alajuelense, cerró su libro del fútbol por unos minutos para abrir la enciclopedia de la vida.

Oriundo de Medellín, Colombia, llegó al país en setiembre del 2002 y siente que ya echó raíces en suelo tico, donde la pasa de lo mejor al lado de su esposa Angela María y de sus tres hijos (Felipe de 15 años), Juanita (13) y el cumiche Camilo (8).

Sobra decir que es apasionado del fútbol, pero igual o más lo es de su familia, donde gira todo lo que es como personal.

“Hay tres empresas en mi vida, mi propia vida, la de mi familia y mi trabajo”, dice Restrepo con toda seguridad, mientras disfruta de la tranquilidad de su hogar.

Con similar convicción lanza un vistazo a su yo interno para dar a conocer parte de una personalidad que deja al descubierto con su verbo fluido y de palabras claras. “Soy una persona tranquila, que busco respetarme a mí mismo, luego respetar a las demás personas y tener la responsabilidad de mis actos”.

En coro su esposa e hijos lo califican de excelente jefe de hogar. Ninguno duda de ello y él se ríe al escuchar las calificaciones de cada uno.

A las 5:30 de la mañana está en pie para alistarle el desayuno a sus retoños estudiantiles, mientras su esposa aprovecha para dormir un rato más.

“Alisto el cereal, arepas con huevo, arepas con salchicha, carnes frías y batidos. Luego los despido cuando se van para la escuela y el colegio”.

Por las tardes trata de descansar un poco y hasta repasa sus trabajos de técnico. “A veces también me denomino el taxi de la casa porque hay que llevarlos a hacer vueltas”.

Se califica un hombre de buen comer, de poco cine, pero sí de películas de acción que observa en familia. “No me gustan los encierros y por eso no voy al cine”.

Lo que sí le agrada hacer afuera es comer sabroso. Su plato preferido es la bandeja paisa, tradicional de su Colombia, pero que encuentra en varios restaurantes de la capital.

“Trae arroz, frijoles, carne molida, chorizo, chicharrón, morcilla, ensalada, patacón, huevo, platano maduro y aguacate. Luego pido una Coca Cola light”, comenta con buen humor, que es parte de su personalidad. Se ve muy serio, pero siempre le sonríe a la vida.

Así opina... Colombia Es un país de mucha hermosura, de pasión... es mi origen y donde hay mujeres muy bellas. Dios Es lo máximo en el mundo. Es inspiración y un enorme ejemplo de amor para todas las personas. El dinero Siempre es necesario, pero también es peligroso. Es un medio de ayuda para poder vivir. La fama La peor droga. Es un medio; se necesita mucho manejo de formación para llevarla en buena forma.

Nunca fui de cien corrido” Carlos Restrepo, técnico de Alajuelense Su primera novia. Marisol, yo tenía 18 años, fue en Medellín. Una bebida. Un tamarindo. ¿Qué tal de estudiante? Regular, nunca fui de cien corrido. ¿Qué extraña de su natal Colombia? La familia, mis padres y hermanos, también a los amigos. Una película. El padrino. Un libro. Quién se ha robado mi queso. Una playa. En Costa Rica Avellanas, en Guanacaste. En Colombia El Rodadero. Una cantante. Shakira. Una actriz. Sandra Bullock. Una fruta. Banano. Su infancia. Muy buenos recuerdos, una niñez feliz. Fue en Medellín, donde uno vivía jugando, pero también tenía que sacar buenas notas en los estudios para que no lo encerraran en la casa. ¿Qué lee? De fútbol y superación personal.