Satisfacción en privado

La masturbación resulta útil y es sana, pero no sustituye al sexo

Las experiencias de autosatisfacción sexual acompañan a las personas desde que se nace hasta que se muere. Se le conoce con el nombre de “masturbación” –entre otros nombres más populares– y para mucha gente es un tema “penoso”, pudoroso y hasta vulgar.

Así nos han educado y en ese contexto hemos crecido. Sin embargo con todo el respeto, hablaremos hoy de esta práctica sexual.

No confundamos las experiencias de exploración y autoreconocimiento que tienen los niños y niñas desde que están pequeñitos con la masturbación, ellos solo están conociendo una parte mas de su cuerpo. Muchas madres les dicen que se quiten las manos de ahí por que está “sucio”... Somos los adultos los que ponemos en boca de los niños las censuras para el descubrimiento del cuerpo.

Si a lo anterior le agregamos lo que las iglesias dicen, quedaremos más asustados, porque siguen viendo las prácticas masturbatorias como algo malo e indebido. ¡Nada más lejos de la realidad!

Para conocerse mejor

Los expertos en sexualidad humana enfatizan en la importancia de la autosatisfacción como una forma de reconocer y conocer acerca de la sexualidad y del funcionamiento de nuestro cuerpo.

Obviamente no es una obligación, pero aquellas personas que la viven y experimentan sin prejuicios y temores podrán descubrirse sexualmente con más facilidad y por lo general, podrán tener una sexualidad menos complicada.

El asunto está en la creencia que se tenga: si se vive con vergüenza y censura religiosa probablemente la experiencia no servirá de mucho y más bien hará que la persona se sienta peor.

¿Sustituto? ¡No!

Muchas veces los varones manifiestan que recurren a la masturbación como un sustituto de la vivencia en pareja: grave error. Son dos prácticas completamentes diferentes, por lo pronto una es solitaria y la otra acompañada, por tanto desde ya son diferentes y no se sustituirán jamás.

Lo que sí se sabe es que la masturbación tiene variaciones en su frecuencia y calidad a lo largo de la vida y que hasta en la vejez aparece como una forma más de sentir: eso es, una forma diferente de sentir placer sexual.

También se tiene la creencia de que los hombres se masturban más que las mujeres, pero los estudios reflejan que la cuestión es parecida o igual. Tanto hombres como mujeres se masturban a edades similares y en la misma frecuencia.

Sí es variable con respecto a la época que se esté viviendo: si se está soltero (a), casado (a), esperando hijos, o la persona esta divorciada o viuda, en fin, tantas etapas por las que se pasa.

Es importante que en la adolescencia, cuando tenemos la posibilidad de hablar estos temas en el hogar, lo enfrentemos con menos miedo y podamos plantearle a los jóvenes que si se vive esta práctica será mejor hacerlo en privado y con el tiempo suficiente, para que a nadie le esté precisando y se tengan los espacios y tiempos, así como la tranquilidad emocional de practicar la masturbación con tranquilidad y sin temores.

No le van a salir espinillas, pelos en las manos ni mucho menos, como dicen algunos, se van volver locos.

Sin exagerar

Hay quienes practican la masturbación de manera compulsiva, o sea muchas veces en el día. Para los especialistas, “compulsivo” es algo que daña el cuerpo y la mente y en este caso hay quienes quedan hasta inflamados y chimados. Esto no es saludable y es recomendable buscar ayuda, puesto que no se está teniendo control de la situación.

Sin embargo, esto ocurre pocas veces. Lo saludable es poder vivir esta experiencia con franca tranquilidad, como una variante más de la sexualidad humana.