Andrés Núñez esperaba a amigo en parqueo de restaurante

Apuñalan a jugador morado para robarle BMW

Al reconocerlo, huyeron solo con celular, tarjetas, billetera y un arma del lateral

Santa Bárbara - Esperar a un amigo para comer, por poco le cuesta la vida antenoche al defensa lateral del Deportivo Saprissa, Andrés Núñez Vargas, quien fue apuñalado por dos delincuentes que le intentaron sustraer su vehículo BMW M3 2003.

El ataque a Núñez ocurrió a las 6 p.m. en el parqueo de un restaurante josefino, luego que un asaltante le salió por detrás y le puso un puñal en la espalda.

El futbolista afirmó ayer que cuando intentó verle la cara al sujeto, este le dijo que le quitara la alarma al carro, mientras otro hombre que se había topado instantes antes le sustrajo la billetera y las tarjetas que portaba.

Luego, uno de los dos asaltantes ingresó al BMW y le robó un arma calibre 22 que estaba oculta debajo del asiento y su teléfono celular.

Pudo haber sido peor

En medio del drama, Núñez forcejeó con el que tenía el puñal, por lo que terminó con dos heridas en el brazo derecho.

“No le deseo esto a nadie. Pensé que me iba a morir. En ese momento le pasa por la mente a uno la familia y es cuando se acuerda de Dios”, afirmó aún asustado.

Tras el robo, uno de los ladrones que andaba encapuchado reconoció al jugador, por lo que ambos corrieron hacia un vehículo que habían dejado cerca, en medio de la lluvia que caía.

Minutos después y con la ayuda del guarda del local llamó a su amigo, con quien fue donde un médico quien le cosió las heridas, una de ellas muy profunda.

“Estaba muy contento porque después de una lesión de dos semanas el domingo entrené y rematé varias veces. Tendré que esperar hasta el viernes cuando me quiten las puntadas”, lamentó.

Mientras su brazo sana, Núñez conduce un carro automático, ya que no puede hacer muchos movimientos con el brazo.

Cerca de las 9:30 p.m. Núñez abandonó el consultorio médico y se fue a su casa, pero fue hasta ayer en la mañana que le contó a su madre Marta Eugenia, ya que no quería “ponerla nerviosa”.