Salud dental

Cordal: ¿quitarla o dejarla?

Las llamadas “muelas del juicio” salen a partir de los 17 o 21 años

Los dientes aparecen a través de las encías durante la infancia, luego los definitivos reemplazan a los “de leche”. Estos procesos tienen su impacto, pero la salida de las cordales puede llegar a ser un dolor insoportable en los jóvenes, entre los 17 y 21 años.

Algunos profesionales consideran a esta muela como aquella que empuja al diente más próximo, a su vez al siguiente y así sucesivamente, produciendo una mala alineación en la mordida y desajustando la dentadura.

El dentista de la Clínica Bíblica, Jorge Chin-Wo, explica que las cordales no siempre se deben de extraer, sino solamente en los casos en que el paciente no tiene espacio bucal.

“A veces se caracteriza por no presentar dolor ni manifestar algún problema, pero es mejor extraerla antes de que su raíz se forme”, dice Chin-Wo.

La muela emerge donde puede atrapar comida, placa y otros microorganismos alrededor del tejido blando, llevando a que se presente una inflamación de las encías y produzca mal aliento. Esta infección es conocida por los expertos como “pericoronitis”.

Según la cirujana en estética dental, Ana Paniagua, antes de la cirugía de este tipo debe hacerse un análisis radiográfico para observar el estado de la muela.

Además, la especialista indica que tras la cirugía deben aplicarse una serie de cuidados para ayudar a la cicatrización.

“El paciente debe evitar el calor directo a la cara y mantener los labios humectados para prevenir reventaduras y sangrado” aconsejó.