Ericka ROJAS RODRÍGUEZ
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Al final a la Liga no le hicieron falta ni Víctor Núñez ni Winston Parks para ganar el juego de anoche ante Carmelita.

Así se desprende del marcador, 2-0 a favor de los locales, en un choque que el equipo rojinegro logró ganar, a pesar de no tener muchas opciones ante el marco rival.

Marco Ureña, juvenil que entró de titular, y Kenny Cunningham, que regresó a las canchas luego de tres meses, fueron los anotadores de los tantos.

El primero cayó luego de una buena ejecución del joven Ureña, que marcó su primer tanto en este campeonato al 43, tras un pase de Cristian Montero.

“Tenía que aprovechar la oportunidad de entrar desde el inicio. Gracias a Dios le pude dar bien al balón y entró”, dijo el delantero.

El juego seguía sin dinámica y con más movimiento en los banquillos que en la cancha, con Arnáez y Montero que iban y venían, girando instrucciones.

Al final, las indicaciones del técnico local dieron mayor efecto, esto porque al 79 Kenny logró de cabeza el segundo tanto, tras un tiro de esquina.

El gol cerró la pizarra y enloqueció a Cunningham, que no pudo regresar de mejor manera a las canchas tras recuperarse de una lesión en su rodilla izquierda.

Por su parte, Carmelita no logró poner en aprietos a Pemberton en los 90 minutos regulares; sin embargo, en el tiempo de reposición, un penal a favor de los carmelos puso a Pemberton a jugar.

Y ya saben lo que pasó, el delantero disparó y no fue gol. Kervin Lacey fue el encargado de ejecutar la prueba desde los once metros, pero el meta alajuelense se dejó el balón.

El rostro del “Chunche” reflejaba su malestar, pero ahora en lugar de lamentos, debe pensar en el juego del domingo ante Saprissa.