Rodolfo MARTIN
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Una agradable actividad en la que 30 niños de la escuela Filomena Blanco tenían previsto compartir y aprender a socializar, acabó ayer en congojas para los educadores y los padres cuando los menores comenzaron a mostrar síntomas de intoxicación.

Los chiquitos, de tercer grado, fueron agasajados a las 3 p.m. con una merienda que dio una madre de familia.

“Ellos recibieron una hamburguesa y luego, al parecer, hubo problemas con la manipulación de los alimentos porque los alumnos empezaron a sentirse mal”, dijo Vinicio Sánchez, director del centro, situado en Vista de Mar de Rancho Redondo de Goicoechea.

Aclaró que la comida no fue preparada en la escuela.

Los niños reaccionaron con diarreas, vómitos y dolores abdominales por las naúseas, narró Daniel Camacho, médico de la clínica de Coronado, donde remitieron a unos 30 pacientes.

Varios padres como Ricardo Bermúdez y Freddy Ruiz, objetaron la presunta decisión de la escuela, de primero llamarlos a ellos, antes que a la Cruz Roja.