Mariela HIDALGO, corresponsal
Rodolfo MARTIN
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Alajuela. - Estupefacto. Así quedó ayer Edgar Ramírez Rodríguez cuando, al llegar al país, oficiales de la Sección de Capturas del OIJ le comunicaron las razones de su deportación de los Estados Unidos, afirmó un testigo en el aeropuerto Internacional Juan Santamaría.

El tico, de 43 años, creyó que regresaba escoltado a Costa Rica por dos policías estadounidenses porque permanecía en esa nación de manera ilegal.

Sin embargo, el educador cambió de semblante y se puso pálido cuando le notificaron que era deportado en acatamiento de una orden de captura internacional.

Rodríguez es requerido por presuntos abusos sexuales en perjuicio de una niña y un niño.

Los hechos, supuestamente, ocurrieron cuando este se desempeñaba como maestro en Tilarán, Guanacaste.

“A partir de ese momento, mostró evidente preocupación”, expresó el informante.

El tico fue apresado cuando salía de su casa, en la ciudad Inglewood, en Los Ángeles, para dirigirse a su trabajo.

La captura la hicieron efectivos del Immigration and Customs Enforcement (ICE), confirmaron ayer fuentes de la Policía Internacional (Interpol).

Ramírez Rodríguez laboraba para una compañía que le brindaba servicios de mantenimiento al Glendale Memorial Hospital, ubicado también en Los Ángeles, California.

El costarricense llegó al Juan Santamaría en un vuelo procedente de Los Ángeles, que hizo escala en Houston.