Isaac Lobo

Carlos Ramos lo sabe y lo dice sin temor, él es parte fundamental del éxito de dos programas: “De 5 a 7”, en radio Omega y “El Chinamo”, en Teletica.

Curiosamente este año está cumpliendo siete años en ambos, como él dice a estos números “ya tengo un par de hachas”. No se cansa de contar chistes, siempre con su estilo de pachucazo que lo hizo famoso.

El “cuenta chiles” está muy feliz con los logrado y comenta que el hacer reír, es su contribución a que la gente baje la tensión, sobre todo cuando está en presas.

¿Cómo resume los siete años en “De 5 a 7”?

Un éxito total, eso es, estamos de líderes de sintonía. La gente lo aceptó desde el principio y ya tiene un sello. No soy sólo yo, es todo un equipo, no es Carlitos Ramos.

¿Jugará el “77” para la Lotería Navideña?

Sí, voy a ver como me va con ese par de hachas.

¿Es el sueño de cualquier trabajar en lo que más le gusta?

Sí, pero yo nunca pensé vivir del humor. Yo siempre he sido comerciante y ahora vendo humor. Reír es medicinal, la gente está urgida de desestresarse.

¿Siente que ayuda?

Claro, la gente está muy estresada, si usted le pita a alguien le saca una pistola. Hace poco ocurrió que al hermano del abogado de Omega le pitó a un carajo y este sacó una varilla y se le metió por el ojo y le tocó el cerebro y el señor murió, ¡fatal!

¿Hacer reír es algo serio?

Sí muy serio, es difícil. Hacer llorar a alguien es fácil, uno nada más le da un martillazo y ya. Hay que tener mucho talento.

¿Qué hace reír al “Porcionzón”?

Escuchar un buen humorista y escuchar un chiste, aunque siento que ya me sé todos. A mi me gusta reír. Me gusta Cantinflas en blanco y negro y las salidas del fallecido “Lucho” Ramírez.

¿Vive del humor?

Sí, ahora sí.

¿Quién es más malo Pepito o Cachetón?

Cachetón se va a penales con Pepito. Cachetón es el Porcionzón pequeñito. Es el único personaje que tengo.

¿Alguna vez alguien le dijo “usted llegará lejos”?

Sí, hace 20 años Felipe Carbonel me dijo: “triunfará porque usted es un chiste”

Vive:

“En Paso Ancho”.

Vicios:

“No tengo, ni fumo ni tomo”

De viejito:

“Un roquillo contador de chistes”

Lo que logró:

“Gracias a esto pude comprar casa y darle el estudio a mis hijos”.

Su lápida:

“Aquí descansa quien no se cansó de hacer reír”