AP.- Si los precios de los alimentos siguen aumentando y los del petróleo se mantienen en su actual nivel, algunos gobiernos caerán pronto en la incapacidad de alimentar a sus pueblos y mantener estables sus economías.

Así lo declaró el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, al presentar una evaluación del impacto de dichos incrementos en un centenar de países.

En América Latina, entre los países de bajos ingresos que necesitarían ayuda financiera urgente están Nicaragua, Honduras y Haití, mientras que otros de medianos ingresos, como Argentina, serán los ganadores netos del encarecimiento de las provisiones alimentarias.

Según el estudio, el encarecimiento de alimentos desde el 2007, ha costado a 33 países pobres $2.300 millones, y la inflación anual en los alimentos de 120 estados de bajos ingresos, subió un 12 por ciento. Mientras que los efectos del petróleo caro les quitaron recursos a 59 naciones pobres, por un monto de $35.800 millones.

Para Strauss-Kahn es urgente la ayuda internacional.