Rodolfo MARTIN
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Un ataque sexual que no llegó a consumarse pudo ser el móvil del crimen de la profesora de Matemáticas Yoselin Yariela Rojas Chinchilla y del periodista Julio César Acuña Agüero, el 19 de junio en Escazú y Alajuelita.

Así trascendió ayer en esferas judiciales, donde solo el avance de las pesquisas confirmará o descartará la hipótesis.

Al parecer, la Policía podría prescindir de otras posibles causas como el robo, la venganza o rencillas de tipo sentimental.

Esa noche

La historia de esa noche comenzó a las 6 p.m., cuando Yoselin se encontró con Fanny, una amiga y vecina de El Llano de Alajuelita, en el bar “Reventones”, en La Calle de La Amargura, San Pedro, determinaron las autoridades judiciales.

Ahí disfrutaron de una amena charla y de un par de bebidas hasta las 7:30 p.m., cuando salieron hacia San José para abordar el bus de las 8 p.m. que las trasladaría a El Llano.

Al subirse Fanny se topó con Julio y se lo presentó a Yoselin, quien lo conoció esa noche. Nunca antes se habían visto aunque eran vecinos, afirma la Policía.

Al caminar hacia sus casas, se toparon con el bar Los Higuerones y, por una decisión improvisada, entraron al local para continuar la charla.

Un poco antes de las 12 p.m. pidieron la cuenta. Julio ofreció acompañar a Yoselin hasta su casa, situada a unos 400 metros y que estaba después de la suya.

Fanny caminaría sola porque, aunque vivía a una distancia similar, era en sentido contrario.

Y los tres se despidieron. Esa fue la última vez que los vieron con vida.

Los que quedaron en el bar eran conocidos. Luego, declararon no haber visto extraños.

A unos 200 metros antes de llegar a la vivienda de Yoselin y, sin nadie en la calle, ella y Julio –supuestamente– habrían sido interceptados por un auto en el cual viajaban al menos dos sujetos, según la hipótesis.

Uno de ellos, se habría bajado y, sin mediar mayor diálogo, le disparó a Julio tres veces. Acto seguido, raptó a Yoselin.

En el trayecto la despojaron de las joyas y la desnudaron con la intención de ultrajarla en un lugar solitario.

Por alguna razón desconocida los atacantes no lograron consumar el hecho y llevaron a la joven a Escazú.

Al parecer, fue tomada de los brazos y depositada desnuda sobre el suelo, porque las plantas de los pies estaban limpias, indicio de que no había caminado ni había sido arrastrada.

Yoselin fue impactada en la cara dos veces y, supuestamente, de arriba hacia abajo.

La suposición de que sean –al menos dos los sospechosos–, radica en que uno solo, difícilmente, pudo salir avante en el abordaje de la mujer, en el rapto y el abandono de la joven.

Además, la pareja fue ultimada con armas de distinto calibre.

Las indagaciones están a cargo de la Sección de Homicidios del OIJ, que trabaja horas extraordinarias para esclarecer el crimen de los jóvenes profesionales.

Los agentes también indagan la posibilidad de un ataque similar contra alguna otra muchacha, recientemente.

La información sería vital para la recolección de los datos que ayuden al esclarecimiento del doble asesinato, trascendió.