Guarda de la bomba Tournón no pudo ver nacer a su hija - Sucesos

Dos paros antes de ingresar al hospital, le ocasionaron la muerte al custodio Gilberto Chévez. Edo Villalobos.
Vivió 3 años en la López Mateos, donde ayer vecinos estaban dolidos. Abelardo Fonseca
Golpe a golpe. 1/7/08. Ayer a la 1:30 p.m., se descubre el robo de una escopeta 12 y un radio en esta bomba.
Golpe a golpe. 2/7/08. A la 1 a.m., disparan a quemarropa y matan al guarda de la bomba Tournón.
Golpe a golpe. 2/7/08. Apenas 30 minutos después del crimen del guarda, asaltaron esta bomba en Tibás.
“Por la escasez de armas de fuego en el mercado negro, el hampa busca robarlas a cualquier costo”. Delroy Hernández, Jefe policial.
“Él y su hermano vivieron tres años en la casa que les alquilé. Yo le decía que tuviera siempre el arma lista”. Alvaro Artavia Arias, Amigo.
“Estamos muy afectados. El compañero comenzó a ahogarse por el impacto y no pudo llegar al hospital”. Alejandro Vargas, Pistero.
La víctima. Gilberto Chévez T. Edad: 34 años.

La ilusión de Gilberto Chévez Tijerino de conocer a su hija que nacería el mes entrante, se desvaneció ayer, cuando tres sujetos lo mataron para robarle la escopeta en la bomba Tournón, a la 1:06 de la madrugada.

Al parecer, tres tipos, dos de ellos blancos y uno de tez morena, llegaron en un Hyundai blanco al local, ubicado unos 400 metros al norte del periódico La República en la vía a Guápiles.

Sin decir palabra, intimidaron a los dos pisteros, dispararon en el pecho al guarda, le robaron la escopeta calibre doce y de inmediato emprendieron la huida.

Una patrulla de Calle Blancos que iba a colaborar al sitio se estrelló de camino, lo que facilitó la huida de los antisociales.

El guarda murió camino al hospital Calderón Guardia.

Solo 30 minutos después los delincuentes asaltaron la bomba Sicsa, ubicada frente a la McDonald’s de Tibás.

Como no había guarda, golpearon a los pisteros, los encerraron en una bodega y se robaron lubricantes y unos ¢100 mil.

Un cliente que llegó y no los encontró, escuchó que estaban dentro y les ayudó a salir.

Por las descripciones de testigos, se trata de la misma banda, y ahora la Policía trata de determinar si son los mismos que la tarde previa al crimen robaron otra escopeta en la bomba “El Paso de la Vaca”, en Barrio México.

A ese local llegaron como a la 1:30 p.m. y sin que nadie se diera cuenta ingresaron al cuarto de los casilleros y rompieron la puerta del que contenía una escopeta y un radio de comunicación, pertenecientes a la empresa de seguridad Conavi.

Jaime Olivares y Alejandro Vargas, compañeros del fallecido, lamentaron los hechos y recordaron que recientemente había comprado una moto Génesis azul, en la que viajaba de El Roble de Alajuela, donde vivía, hasta la estación de servicio.

Olga Chévez, hermana de la víctima, recordó que era el cuarto de siete hermanos y desde pequeño soñaba con ser policía. Quedó de visitarlos el 12 de agosto, al salir a vacaciones.

“Yo vivo en Río Claro y él me llamó hace tres días. Me dijo ‘ hermana, aquí en San José la vida no vale nada, en cualquier momento lo matan a uno’”. Vivía en unión libre con Yesenia Ruiz, quien está embarazada y el mes entrante tendría su primera hija.