Neyssa Calvo Achoy
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Tres cucharadas de respeto, 1/2 taza de interés y otra de paciencia, serían algunos de los ingredientes que necesitan los padres de familia para hablar con éxito con los pequeños de la casa.

No es una tarea sencilla, pero al final se puede lograr, asegura Doris González Torres, psicóloga y escritora puertorriqueña, quien estuvo el fin de semana en el país promocionando su libro “Hablemos de Niños”.

En su criterio sí se puede mantener una buena comunicación, pero esto empieza desde que están de brazos. (Ver más recuadro: Abrácelo).

Asimismo, el psicólogo, Érick Quesada, hace un llamado a los padres de familia para que aprendan a escucharlos primero y, sobre todo, a respetar sus puntos de vista aunque sean muy chicos.

Si hacen un berrinche o algo en lo que usted está en desacuerdo, hay que esperar que las “aguas” se normalicen y buscar el momento oportuno.

Recuerde, dice Quesada, si usted actúa violentamente, ellos reaccionarán igual.

¿Cómo acercarse? Hable honestamente y con claridad con ellos sobre lo que usted espera. Por ejemplo, si desea que su pequeño haga la tarea antes de salir a jugar, dígaselo y dele aliento para que la termine. Eso sí, cólmelo de elogios cuando la finalice.

Asimismo, Patricia Odio, psicóloga, aconseja evitar los sermones. Se debe ser conciso y preciso en lo que va a exponer.

Hable con ellos a la misma altura, es decir que se puedan mirar a los ojos y usar un lenguaje sencillo, en especial cuando son niños pequeños, recalca Quesada.

Es prudente no conversar con distractores como la televisión, pues el chico no pondrá atención y en especial no lo ataque. Por último, cada vez que pueda, métase en el mundo de sus hijos con lo que a ellos más les guste hacer.

“Abrácelos”

Doris González. Psicóloga

¿Cómo acercarse?

No se trata solo de acercarse para preguntar cómo les fue en la escuela. Salgan a divertirse y aprendan a compartir juntos, incluso leyendo un libro.

¿Qué pasa cuando se portan mal?

En primer lugar, los niños no se castigan físicamente. Deje la cólera de un lado y dele tiempo para él solo. Después hablen sobre lo mal de su conducta.

Y si pide perdón, ¿qué se debe hacer?

No lo rechace, pues está buscando afecto. Nunca le niegue un beso o un abrazo, diga que lo quiere y hable de su conducta.