Christian CAMPOS, corresponsal
Rodolfo MARTIN
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La Cruz, Guanacaste.- Aún no había salido el sol y la brisa golpeaba suave cuando a lo lejos y sobre el muelle de Cuajiniquil resaltaban las figuras de don Pedro Medrano y doña Anastasia García, quienes llegaron en la oscurana para presenciar el arribo del cuerpo de su hijo José Manuel, de 21 años.

“Mi hijo... mi hijo. Tú te llevas mi corazón. Donde estés, allí estará mi corazón”, repetía la madre, destrozada, cuando le dieron permiso para acercarse al “pickup” donde yacía su muchacho, dentro de una bolsa blanca.

El joven junto con otros tres pescadores más –Juan Alberto Morales López, Allan Mata Lezana y Marcelo Collado Lobo de 25, 23 y 18 años, respectivamente– naufragaron el jueves pasado a unas 75 millas al oeste de Cuajiniquil, según el Servicio Nacional de Guardacostas.

José Manuel fue rescatado el lunes, cuando el pesquero “Dasnet”, que había zarpado de Playas del Coco, lo divisó flotando a unas 120 millas al oeste de Cuajiniquil y a unas siete millas del puerto de Corinto, Nicaragua.

El capitán, Harold Blanco, fue el encargado de traerlo a suelo nacional.

Don Pedro volvió el lunes a tierra porque desde el viernes había salido en una pequeña lancha a buscarlo a él, y a sus compañeros, con la fe de hallarlos vivos.

“Por lo menos agradecemos a Dios porque lo tenemos entre nosotros y lo enterraremos”, dijo ayer Mayra Medrano, hermana de José Manuel.

La Policía nicaragüense continuaba ayer con el rastreo de Morales, Mata y Collado.