¡Primer mes!

30 días después de haberse unido en matrimonio, Mauricio Hoffman y Vivian Campos nos cuentan cómo ha transcurrido este tiempo de vida seria

El pasado domingo cumplieron un mes de casados, pero tal parece que no salen de su luna de miel. Al Día separó unos minutos a la pareja compuesta por el animador de “Sábado Feliz” Mauricio Hoffman y su compañera en el programa, Vivian Campos, para conocer por separado cómo han sido estos primeros días con el anillo en sus dedos.

Empezando por Mauricio, Al Día les hizo las mismas preguntas para ver cuánto coincidían en sus respuestas. ¿Cómo les habrá ido?

¿A dónde se escaparon de luna de miel?

Mau: A San Andrés. El lugar es extraordinario. Las islas alrededor y el mar que tiene siete colores son toda una belleza.

Vivi: Fuimos cinco días a San Andrés. Hace mucho tiempo que queríamos ir a conocer, nos casamos un sábado, salimos domingo y regresamos jueves.

¿Qué tal la noche de bodas?

Mau: (Se ríe) ¡Imagínate! Diay, cómo va a estar...

Vivi: (Risas) Superbonito.

¿Cómo le fue en la despedida de soltero?

Mau: No hicimos. En realidad estábamos demasiado atariados con el estudio, el trabajo y la organización de la boda.

Vivi: No tuvimos. Ninguno de los dos quiso. Pensamos hacerla juntos, pero, al final, no se hizo.

¿Qué ha tenido que sacrificar o restringirse ahora que está casado?

Mau: Más que restricciones son límites por respeto. Vieras que desde que iniciamos hemos tenido una relación muy bonita. Eso de que te jalan el mecate o que no podés salir con tus amigos, nada que ver. Más bien tenemos amigos en común.

Vivi: Nada, nunca fui fiestera. Él, al principio, era superfiestero, pero yo no sé si fue que se reformó o se acomodó a mi modo de ser. Los dos somos muy tranquilos.

¿Alguno de los dos es celoso?

Mau: (Titubea) Di... pues sí. Yo soy celoso, pero he aprendido a controlarme. De a como era hace cuatro años (cuando iniciaron el noviazgo) creo que he mejorado bastante.

Vivi: No, yo no, nunca. Y él ha sido celoso, pero ya se le ha ido quitando. A parte que ninguno de los dos damos pie para ser celosos.

¿Quién lleva los pantalones en la casa?

Mau: Mirá, entre los dos llevamos el mantenimiento y las cosas del hogar porque no es tarea fácil para una sola persona.

Vivi: Los dos, solo que cambian los roles según las circunstancias. Cuando él maneja, él los lleva, y cuando se trata de temas de decoración y esas cosas, yo. Las cuentas de la casa y las compras... entre los dos.

El hecho de trabajar juntos, ¿puede afectar la relación o no?

Mau: No creo, pleitos hay por cualquier cosa. Hasta la fecha, así como tener un pleito grandísimo por el trabajo nunca. Creo que hemos sabido manejar ese punto.

Vivi: No, vieras que no. Siento que en el caso de nosotros es como bonito, es divertido. Más yo que estoy entre familia, con Priscilla, don Nelson y “Mau” (risas). El trabajo con la vida familiar es totalmente diferente. Aquí no hay argolla, todo va parejo, cero preferencias.

¿Cómo se ha ido ganando el amor de la suegra?

Mau: (Risas) Mi suegra nunca fue mala nota conmigo, nunca me hizo “jachas”, nunca un mal modo. Todo lo contrario, ha sido muy cariñosa. Dice “Vivi” que me “chinea” más a mí que a ella. Así como ganármela no, pero, de repente, le doy un “chineito”. No está de más.

Vivi: En mi caso estoy supercontenta con mis suegros, con doña Sully y don Nelson. Siento que lo mejor es siendo uno mismo; es preferible que sepan de una vez cómo eres en realidad, sin adornos, que después si pretendes disimular.

¿Cuáles son los planes que tienen como pareja?

Mau: No sé que te habrá dicho “Vivi”, pero queremos comprar una casa. Eso es como lo más fuerte.

Vivi: A corto plazo no sé.

¿Y los hijos?

Mau: Mirá, tal vez es unos tres, cuatro años, nos gustaría tres. Queremos aprovechar este momento de nuestras de vidas y sacarle el jugo como dicen.

Vivi: Siempre nos dicen ¿y los nietos?, porque don Nelson está como loco y mi mamá también, pero no. Todavía hay que esperar unos cinco años por ahí, digamos que planificándolos estoy pensando en tenerlos dentro de unos cinco años. Siempre hemos querido tener tres hijos porque los dos venimos de una familia pequeña. Así que queremos que aumente.

Con el cambio, ¿a qué les ha costado más adaptarse?

Mau: Algo así de que me cueste no, al contrario me siento muy contento en esta nueva etapa. Estoy muy seguro de lo nuestro, y así como que me moleste, en realidad no me molesta que me digan señor Hoffman (risas) nada más lo hacen sentir a uno más viejo. Mientras que no me digan doncito...

Vivi: Los dos tenemos un modo de pensar muy parecidos, pero digamos que me digan doña. ¡Huyyy! (dice con cólera) eso si lo siento así como que me pega en la garganta. No me gusta mucho que me digan señora y doña. Que sea hasta después de los 35 (risas).