Así es la Vida

¡Muuuuuuú! Llegaron las vacas a San José

Esta semana nos invadieron las vacas. Decidieron revelarse y pasar de ser proveedoras de leche a proveedoras de belleza visual en nuestra capital.

No sólo de belleza, sino también de diversión, porque muchas de ellas ya fueron bautizadas por el ingenio popular. Algunas con los nombres de los jugadores de la “Sele” y otras hasta con nombres de diputados.

Pero…que las vacas anden sueltas por San José no es algo nuevo. Así que el asunto carece de toda originalidad, porque desde hace mucho en la realidad de Tiquicia estamos llenos de vacas, quizá menos artísticas, pero sí bien vacas.

Vacas en la Asamblea que se tiran con sus ubres al sol e impiden que caminemos. Nada más se levantan para ir a comer su pasto mensual.

Vacas en el fútbol nacional, en las instituciones estatales o detrás del volante del automóvil.

Y ni hablar de las “vacas sagradas” en la cultura y la televisión nacional.

Volviendo al Desfile de Vacas (o Cow Parade, para sonar más pípiris y cosmopolitas ), esta invasión vacuna es digna de aplaudirse.

Aunque las vacas más vacas de esta exposición (aunque talvez fueron toros), fueron las que destruyeron a algunas de estas obras de arte, demostrando una falta de cultura y educación de campeonato mundial.

Ante esto, tuvieron que reforzar la seguridad para que no les hicieran daño a las pobres vaquitas.

Pero valga esta columna para felicitar a quienes tuvieron esta feliz iniciativa, que sacude la modorra de nuestro ambiente cultural.