Rodolfo MARTIN
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Félix Ruiz Matarrita, el teniente policial muerto antenoche cuando regresaba a su casa en Torremolinos de Desamparados, habría sido víctima de una venganza, según medios policiales.
“Estamos frente a un ajuste de cuentas. Ahora, lo que hay que establecer es si fue debido a una conducta laboral o personal”, aclaró ayer Francisco Segura, subdirector del OIJ.
Los oficiales a cargo del caso elaboran la victimología para descartar o confirmar esta hipótesis, explicó. El policía fue emboscado por uno o dos sujetos cuando caminaba a su casa, situada a unos 75 metros de distancia de la delegación policial.
Ruiz, miembro de la Unidad Especial de Protección (UEP) del Ministerio de Seguridad Pública, recibió siete balazos, según un adelanto de la autopsia.
Félix caminaba con su compañera Tamara Noeska Jarquín Alvarado y los dos hijos de ella , Carlos Maikel y Jairo Fabián.
La pareja los había recogido en la escuela para llevarlos al Centro Comercial del Sur donde les cortaron el cabello. Luego, visitaron un centro de estética en Multiplaza del Este y finalmente, pasaron al McDonald’s del Parque de La Paz donde comieron unas hamburguesas sin imaginar lo que estaban por vivir.
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