Edgar Fonseca, Director
efonseca@aldia.co.cr

Los operadores de casinos amenazan.

Ante el menor asomo de restricciones chantajean con lanzar a la calle a tres mil costarricenses.

Amenazan con llevar al hambre a familias tan solo para boicotear un debido plan oficial de regulaciones.

Este país no necesita de más casinos abiertos 24 horas.

No necesita de más y más centros de juego operados por sus agentes, sin rubor, a las puertas de escuelas o iglesias, contaminando nuestras comunidades en un negocio con tentáculos de pulpo y con las autoridades haciéndose las rusas...

Este país no necesita de más charters de extranjeros, bigotones, barrigones, varicosos y otros, no tan destartalados, que hallan aquí el paraíso del juego y la prostitución y que tienen en los casinos sus santuarios, como en aquella Habana de los 50.

Ya una poderosa firma, expulsada de Rusia, halló su alero acá.

De frontera a frontera, de costa a costa, esta es otra de las epidemias que azotan a nuestra sociedad; una operación de réditos multimillonarios y las municipalidades, los alcaldes, Tributación, ¿dónde están? Por eso amenazan. Son graves esas presiones para torcer el brazo a quienes se propongan orden en ese coto de tahúres.

Aplaudimos las restricciones puestas en marcha por el Gobierno y, ojalá, no ceda al chantaje.

El otro país- Café de Tarrazú y Dota exportado a Starbucks, una de las más importantes comercializadoras del mundo; una buena noticia.

Bien por nuestros productores, cooperativistas, empresarios, por estas alianzas ejemplares, alejadas de las ruindades, miopías o cegueras ideológicas de escritorio, tan en boga por acá…