Franklin Arroyo González
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Usted los ve a diario. Algunos se hieren la lengua, otros la ceja, algún brazo, la nariz, el ombligo y hasta los genitales.

Colocarse un piercing pareciera una moda, principalmente entre muchachos, quienes se sienten identificados con un grupo.

Aunque no lo crea, ponerse uno de estos adornos es peligroso. Desde un embarazo no deseado hasta embolias podrían sufrir quienes se ponen un piercing, sobre todo en zonas de alto riesgo como la lengua, genitales, boca y ombligo.

Jason Saborío es un joven que sufrió una complicación cardíaca a finales del 2004 por una infección que le causó un piercing en la lengua. Casi muere y fue intervenido quirúrgicamente.

María Luisa Ávila, ministra de Salud, advirtió que se trata de una práctica riesgosa.

“Debe desestimularse porque pone en riesgo la salud de las personas. Esas zonas pueden contraer bacterias que pasan a la sangre y ocasionar una enfermedad que se llama endocarditis, que es la inflamación del corazón”, explicó.

Pero además un piercing puede dar lugar a un embarazo no deseado durante una relación sexual.

“En los movimientos sexuales, el piercing puede romper el condón y generar un embarazo. Además los aros pueden generar dolores en la pareja”, comentó el sexólogo Mauro Fernández.

La infectóloga Guiselle Herrera, del Hospital Cima, recomendó que ante un enrojecimiento, dolor fuera de lo normal,irritación u otra anomalía, es mejor quitarse un piercing de inmediato.

Si lo va a hacer, sepa...

Si usted desea colocarse un piercing, además de los riesgos que conlleva, recuerde que los locales que lo practican tienen que cumplir con el permiso del Ministerio de Salud y la patente.

Agujas, guantes, limpiadores y cualquier otro instrumento deben estar esterilizados, en un lugar aislado y diferente de donde se realizan tuatuajes. Deben ser locales amplios y ventilados.

El perforador tiene que conocer al menos de primeros auxilios, dijo la ministra Ávila.

David Chacón, de Arte Urbano, en Pavas, comentó que deben llevar un curso de manejo de desechos.

Sandí Mora, de Arena Tatto, afirmó que tener un estudio es algo tedioso por los requisitos. “El baño tiene que estar lo más lejos de las salas. Hay que tener ultrasónico para limpiar las piezas, salida de emergencia. Es decir, piden cosas como para que cueste tenerlo. Una vez pidieron una máquina para lavar ojos, que cuesta ¢12 millones y en los talleres manejan un montón de sustancias. Es como una marginación”, dijo.

¿Moda o subcultura?

¿Por qué la gente se hace una herida para ponerse un piercing?

Maritza Ulate, socióloga y gerente de Investigación de Enfoque a la Familia, explicó que existen dos razones: estética y subcultura.

“Hay un grupo de muchachos que lo hacen porque creen verse bien. Otro grupo entiende que está dentro de una subcultura, que es el conjunto de comportamientos y creencias que los diferencia de la conducta de la mayoría. Esto puede generar en moda y está pasando ya, por ejemplo, con los piercieng en los ombligos, sobre todo de las chicas”, expresó.

Andrés Salguera, dueño de Triskell Art Corporal, en Moravia, reconoció que para muchas mujeres es un accesorio de belleza. “Para unos es un modo de vida. Yo tengo porque me gustan”, comentó.

Cuídelo

Debe lavar el piercing dos a tres veces por día, con agua y un jabón antibacterial.

La cicatrización tarda entre dos y ocho semanas. Duran más aquellas en los genitales. No se pueden tener relaciones.

No debe fumar ni tomar licor , evite las grasas y chicles , si tiene piercing en la boca.

A los siete años tuvo el primero

Luis Carlos Saborío, conocido como “Charly”, tiene 34 piercing en todo su cuerpo. La mayoría los lleva en su cara, pero el primero se lo puso a los siete años.

“Siempre me han gustado los aretes y tatuajes desde pequeño. Ese (el primero) me lo puso mi hermano”.

Saborío también es perforador y tiene un local en el centro de Heredia.

“Fue una perforación sencilla. No fue a escondidas, mi mamá me dejó, solo ese y al tiempo tuve que quitármelo. Pero todos han sido con permiso de mi mamá. Casi nadie tenía en ese entonces”.

La chica de los 15 piercing

Sol Ramírez de Barva, de 18 años, tiene en la actualidad 15 piercing. El último se lo puso el viernes pasado.

“Me gustan, los que tengo no saltan a la vista, son como para mí. Tengo en el abdomen, en el pecho, las muñecas y en las orejas”, dijo.

Confesó que al principio lo pudo haber hecho por rebeldía. “Quiero ponerme más, en la nuca y en la espalda y en la cara en un futuro” .

“He tenido en la nuca, pero me lo quité porque tengo que ir donde un masajista y estorbaba, también tuve en la espalda, pero me maltraté y me lo tuve que quitar”.

Su origen es incierto

No se puede precisar con exactitud el origen del piercing.

Pero es claro que en muchas culturas existe desde hace siglos.

En Roma, los centuriones llevaban piercing en los pezones para demostrar su virilidad. Las mujeres de la época victoriana también los usaban en los pezones para realzarlos.

El ombligo anillado era un símbolo en la antigua realeza egipcia y su uso estaba prohibido a quienes no eran nobles.

En la India, muchas mujeres son anilladas en la nariz desde pequeñas. Es una tradición que la suelen llevar a cabo las abuelas con sus nietas antes de que se casen.

En tribus de Africa, es común que las solteras se agranden su labio cuando se comprometen con su pareja.