Isaac Zúñiga, colaborador
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El 2009 ha sido un año lleno de éxitos para la banda de ska nacional La Milixia, la cual ha sido telonera de grandes agrupaciones a nivel mundial, como La Vela Puerca, Aterciopelados y SKA-P.

Su vocalista, Donovan Camacho, abrió las puertas de su banda a VIP, para conocer más de ellos.

¿Cómo se inició el grupo?

Nace en el 2006, después de un proyecto llamado Milixia Urbana (2004). De la agrupación original sólo quedamos el tecladista y yo.

¿Cuál es la ideología de la banda?

Somos una banda de izquierda. Trabajamos en eventos de bien social, estuvimos en la campaña contra el TLC. Nos gusta hablar de temas políticos.

¿Por qué ese nombre, La Milixia?

Milixia es un ejército creado por el pueblo. Nace cuando tiene la necesidad de algo y el gobierno no le da el apoyo. Por nuestra ideología nos identificamos con el mismo.

Ha sido un año de éxitos como teloneros de bandas de renombre, como La Vela Puerca y SKA-P.

Por dicha nos ha ido bien. El poder compartir con bandas de este calibre nos deja un gran aprendizaje. Nos han dado consejos que nos ayudan a crecer.

¿Cuál fue el mejor momento en esos conciertos?

En el de SKA-P. Estábamos felices por abrirles, pero nerviosos porque no sabíamos cuál sería la reacción de la gente. El apoyo fue increíble y ha sido el mejor concierto de nuestras vidas.

¿Qué metas se han fijado a corto y largo plazo?

Estamos terminando el disco, todavía no tiene nombre. Vamos a sacar el video del sencillo “Con mis manos”. Ahora en diciembre vamos para Panamá y tenemos propuestas para ir a El Salvador, Colombia, Estados Unidos y Cuba.

¿Cuáles grupos influenciaron la banda?

Ska-P, Panteón Rococó, NOFX, Catch-22, Los Calzones, La Vela Puerca.

¿Qué detesta La Milixia?

El serrucho que existe en esta escena. Al ser una banda nueva, hay mucha gente que nos tira y es aburrido.

¿Por qué les gusta cantar sobre política?

Nos interesa que la juventud se active, que manifieste sus derechos; más con este gobierno que hemos sufrido un atropello. No nos gusta mantenernos callados. Obvio que nos ha traído enemigos.