Neyssa Calvo Achoy
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Llegan las comilonas de fin de año y con ellas el permiso para darse gustos y romper la dieta. Sin embargo, es importante no abusar para que su estómago no le pase la factura y suba de peso.

Lo ideal es permitirse disfrutar de lo que está servido en la mesa, pero en cantidades pequeñas.

El nutricionista Mauricio Quesada, aconsejó seguir un ritmo habitual de alimentación intentando evitar las grandes comilones y sobre todo, dulces y alimentos ricos en grasas.

Asimismo recomendó no abusar de las bebidas alcohólicas porque aportan calorías al cuerpo.

Es importante, recalcó la nutricionista Mariela Mora, beber mucha agua para que el organismo pueda digerir con facilidad y tomarse el tiempo para masticar bien los alimentos.

Si tiene una fiesta, por ejemplo en la noche, procure tener una dieta liviana durante el día, indicó Mauricio Barahona, médico nutricionista.

Agregó que es necesario reducir el consumo de harinas y no pasar todo el mes dándose el gran banquete. Por el contrario, en los días de descanso cuando no hay fiestas programadas aprovechar para hacer ejercicio al aire libre.

“No hay nada de malo en disfrutar de un tamal, pero balancear la dieta. Es decir, no comer harinas en el almuerzo o durante la noche”, precisó Mora.

El balancear lo que se ingiere en estos días es vital para que el cuerpo no lo resienta.

Quesada aportó el recordar distanciarse por unos minutos durante la fiesta de los alimentos que lo antojan.

Además de pensar que la clave del éxito es la moderación, no la abstinencia y valorar la parte nutritiva de lo que está servido.