Washington/EFE.- Chismorrear puede contribuir a reducir el estrés y la ansiedad, dice un estudio de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, que vincula una hormona femenina con el estado de ánimo de las mujeres.

Se trata de la progesterona, una hormona sexual que fluctúa con el ciclo menstrual y que, junto con los estrógenos, contribuye a la formación de los caracteres sexuales secundarios femeninos.

La razón de ese “chismorreo sano” es que sentirse emocionalmente cerca de un amigo aumenta los niveles de progesterona, ayudando a reducir la ansiedad y el estrés. Investigaciones anteriores habían revelado que mayores niveles de progesterona aumentan también el deseo de vincularse con otras personas.

El estudio, a su vez, vincula los incrementos de la hormona con una mayor voluntad de ayudar a otros, algo que, según la doctora Stephanie Brown, ayuda a entender mejor el comportamiento.

Para los investigadores, señaló Brown, es importante encontrar los vínculos entre los mecanismos biológicos y el comportamiento social.

“Estos vínculos nos pueden ayudar a entender por qué la gente que vive en relaciones muy cercanas son más felices, están más sanos y viven más que los que están socialmente aislados”, acotó.