Rodolfo Martín
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Cañas, Guanacaste. - ¢1.000 millones en pérdidas dejó el fuego que arrasó el local de Importaciones Jorge Cerdas Saborío, Zona Libre Guanacasteca, S.A., el sábado anterior en barrio Unión, en Cañas, según cálculos de Miguel Arce hijo.

Ese día, pasada la 1 p.m., Miguel Arce recibió una llamada de su hijo –del mismo nombre– para decirle que el negocio, uno de los más grandes de Guanacaste, ardía “y que ni corriera porque no había nada que hacer”.

“Yo descansaba en mi casa porque los sábados no abrimos”, recordó ayer don Miguel, mientras ayudaba con la limpieza.

Cuatro días después, dentro del inmueble, las secuelas del incendio se observan, se palpan y se huelen.

Roxana Martínez, al lado de su nuera Verónica Gutiérrez, repartía ayer galletas y té frío entre quienes removían escombros.

Don Miguel, de 59 años y el mayor de 11 hermanos, es oriundo de La Fortuna de San Carlos.

Incursionó como empresario tras renunciar al Banco de Costa Rica. Llegó a Cañas el 15 de noviembre de 1978 con tres empleados para abrir un pequeño local al costado del templo católico.

“Don Jorge Cerdas y su hermano me prestaron ¢100 mil y un ‘pickup’ para empezar”, recordó.

El señor Arce ayer lucía extenuado, pero optimista.

Era dueño de una propiedad de 1.500 metros, que el fuego no respetó debido a un presunto cortocircuito en la sección de llantas.

“Era una estructura de hierro con todas las medidas de seguridad. Jamás pensé en un incendio. No estaba asegurado... no quiero acordarme de eso. Hablemos de otro tema. Yo lo único que quiero es dormir. Pregúntele a mi hijo Miguel, él habla por mí”, agregó.

Sin embargo, habló luego sobre la comprensión que le pide a sus proveedores y el agradecimiento al pueblo de Cañas por su apoyo.

“Aquí nadie ha perdido el empleo. Si Dios quiere vamos a abrir en unos 15 días”, aseguró.