Erick Carvajal M.
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Puntarenas.- Durante las últimas tres navidades que Sigifredo Ceciliano celebró en su lujosa casa en Miramar de Puntarenas, no hubo una sola en la que no festejara con un juego de pólvora.

Y, de vez en cuando, alguno de sus empleados, tuvo que ir a buscar una lapa roja y un pavo real que se escapaban del predio de su residencia.

Pero ni él –señalado por la Fiscalía de liderar una banda dedicada a traficar cocaína en tiburones y a la legitimación de capitales– ni su esposa, Ana Yancy Segura, también involucrada por las autoridades, se relacionaban con sus vecinos, recuerdan algunos.

A esa casa Ceciliano fue trasladado el 19 de junio anterior luego de su captura en el aeropuerto Juan Santamaría, cuando pretendía salir rumbo a Ecuador, según dijo a negociar la liberación de dos de sus barcos.

Según la Fiscalía, él diseñó la estructura operativa de la organización narcotraficante sobre la base del comercio de la pesca.

Fue en Quepos donde Ceciliano empezó a dar sus primeros pasos como pescador, pero luego se trasladó a Puntarenas. Allí se asentó y empezó a levantarse como un poderoso empresario pesquero. La Fiscalía lo identifica como presidente de la Cámara de Pescadores.

Christian Nole, abogado de Ceciliano, aseguró esta semana, que las afirmaciones de la Fiscalía no tienen fundamento, pues su defendido es un empresario honrado, que consiguió levantar su empresa con mucho esfuerzo.

Llegó a Puntarenas y alquiló un muelle para poder atracar sus barcos. Estuvo allí durante cuatro años hasta que el OIJ hizo un operativo después de la llegada de una de sus naves. La PCD investigó una denuncia en su contra en el 2006, porque al parecer recogía droga mar adentro por la Isla del Caño. La línea de investigación se cerró por falta de evidencia.

El pesquero

Oficialmente, según explicó Jenny Espinoza, secretaria de la Cámara Nacional de la Industria Palangrera, Ceciliano preside esa agrupación desde enero del 2009.

Casi que fue el único de esa junta directiva que quiso asumir la presidencia, puesto que es complicado porque requiere tener disponibilidad inmediata.

“Dentro de sus idea estaba hacer un foro de pescadores, ambientalistas y el Gobierno, siempre con la idea de conciliar estos sectores”, explicó Espinoza.

Ceciliano se hizo socio de la Cámara en el 2005. Su esposa fue quien realizó todos los trámites e inscribió cuatro embarcaciones: Cachalote II, Cachalote III, Cachalote IV y la Chamrock I.

Estas naves recibieron combustible subsidiado de Incopesca, por un total de ¢58 millones en los últimos cuatro años.

Como presidente de dicha Cámara, Ceciliano pidió ayuda, ya que, aunque tenía muchas ganas de trabajar para ese sector, necesitaba reforzar su conocimiento en legislación pesquera.

Jenny Arana, de la compañía Pulpomar, comentó que Ceciliano era una persona humilde y un pescador que ayudó a muchos.

“Le comprábamos mucho producto para el comercio nacional y nunca hubo problemas”, dijo.

William Ugalde, dueño de dos barcos, no sale del asombro por lo que se le atribuye a Ceciliano.

Ugalde trabajó en la construcción del muelle del empresario, ahora preso, y en la remodelación de su casa en Miramar. “Siempre nos ayudaba a descargar el pescado en su muelle y nos cobraba poco, a diferencia de otros que nos cobran mucho dinero por hacer eso”, manifestó Ugalde.

Olga Sandí, quien también tiene un muelle en Puntarenas y conoció a Ceciliano durante cuatro años, afirmó estar muy dolida pues lo aprecia y considera que es humilde y trabajador.

Pero para la Fiscalía, Ceciliano usó la actividad pesquera para montar una red de narcotráfico, descubierta el miércoles 17 de junio con el decomiso del cargamento de tiburones, rellenos de 894 kilos de cocaína, en Yucatán.

Por los hechos descubiertos, Ceciliano cumple seis meses de prisión preventiva en la cárcel de El Roble en Puntarenas.

Su esposa también fue recluida por seis meses en el Centro Penitenciario El Buen Pastor en Desamparados, ya que la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico la señala como la segunda al mando de la organización delictiva.

Misión comercial

Ceciliano estuvo presente en una recepción oficial que hubo en la embajada de Costa Rica en México, en marzo anterior.

Emmanuel Hess, gerente de Procomer, dijo ayer que este lunes documentos en mano, podrá referirse al caso Ceciliano.

La actividad del sospechoso era la exportación de productos marinos a México, uno de ellos los tiburones. Según Procomer, entre el 18 de marzo del 2004 y el 7 de octubre del 2005, la empresa Tenería del Caribe Internacional, usada por la organización ligada a Ceciliano para enviar la droga a México, exportó 1.116 toneladas de tiburón, a ese país.

Además, entre el 13 de junio del 2007 y el 31 de octubre de ese mismo año exportó 70 mil kilos de escualos, también a tierras aztecas.

Ceciliano tiene antecedentes judiciales. Fue condenado el 6 de diciembre del 2002, a cinco años de prisión por mandar a quemar la lancha de un pescador de apellido Segura con quien estaba enemistado en el 2001.

Pero quedó en libertad el 24 de octubre del 2006. Al salir de la cárcel ya su familia se encontraba asentada en Puntarenas y también sus negocios.

Buena persona

Jenny Espinoza, Secretaria

Es un hombre humilde que quería trabajar para buscar conciliar a los ambientalistas con los pescadores”.

William Ugalde, Pescador

A muchos pescadores les permitía descargar el pescado en su muelle a un buen precio, siempre ayudó al sector”.

Transacciones

Una cuenta en el Banco Nacional cuya apertura fue el 1 de julio del 2003, donde aparece como autorizada Ana Yancy Segura, ha movilizado al 10 de noviembre del 2006 más de $800 mil, lo que equivale a un promedio mensual de $20 mil aproximadamente.

De esa misma cuenta se trasladó a la sociedad Anfre Oromontana, donde también como única autorizada está Ana Yancy Segura, un total de $200 mil por pago de facturas.

De la cuenta de Anfre Oromontana, cuya apertura fue el 23 de octubre del 2006, se trasladan $300 mil a un italiano de apelllido Zandali como pago de una propiedad, de 7 hectáreas, en Las Huacas de Golfito.

Un hombre de apellido Jiménez, que figura como el asesor en finanzas del grupo, depositó a la cuenta de Anfre Oromontana $30 mil, en billetes de $20, que venían amarrados con ligas y empolvados, según la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico.

Anfre registraba un promedio mensual de ingresos de $125 mil.

FUENTE: Fiscalía de Narcotráfico

Sociedades

Sigifredo Ceciliano aparece como secretario de las sociedades Triple Trinquete e Inmoviliaria de Inversiones Santa María de Quepos Sociedad Anónima.

Ana Yancy Segura, aparece en las siguientes sociedades.

Peces de Quepos y Puntarenas PQP S.A. donde es presidente y esta sociedad es propietaria de la casa de Miramar.

MM Mamíferos Marinos S.A., donde es la presidenta y esa sociedad es dueña del barco Cachalote IV.

Inversiones Oceánicas Mobydic S.A. donde es la presidenta y la sociedad es dueña de un camión Freightliner FL70.

Exportaciones e importaciones Las Colinas Oromontanas A.Y.S.P., donde es la gerente. Esta sociedad aparece con registros de exportación en Procomer.

Inversiones La Orca Marina, donde es la gerente y tiene registrada la embarcación Cachalote III.

Compañía Anfre Oromontana, donde es la gerente y tiene registrada la embarcación Cachalote IV.

FUENTE: Fiscalía de Narcotráfico

Sigifredo Ceciliano concedió una entrevista a este diario, el jueves 18 de junio. Admitió que hizo negocios millonarios con la venta de tiburón a Francisco Pozos Lepe, mexicano desaparecido desde el destape del caso en Yucatán.

Para Ceciliano, los mexicanos tuvieron que descongelar el cargamento de tiburones y luego rellenarlos de la droga.

¿Cuánto dura ese producto descongelándose?

Puede durar 18 a 20 horas para que quede flojo porque tenían que abrirle la panza.

¿Cuánto les vendió?

Yo a ellos les vendí un día 10 mil, otro día llegaron y se les vendió 18 mil. Tenían sus bodegas como a 500 metros. Se decía que una parte lo fileteaban.

¿Cómo eran ?

Normales. Ellos sabían cuáles barcos producen. Me preguntaron que si teníamos tiburón a la venta, yo le decía que dentro de un mes me entraba un barco con 25 mil toneladas y acordábamos con el precio.

¿Pagaban en efectivo o en cheque?

Las primeras exportaciones que hicieron nos hacían depósitos a cuentas bancarias, pocas veces en cheque y en efectivo, algunas veces me dieron ¢10 ó ¢12 millones.

¿Pozos venía acompañado?

Llegaba don Paco, el otro muchacho, no me acuerdo el nombre y otros dos más. Casi todo lo manejaron entre ellos.

¿Las últimas compras fueron en mayo?

Fue entre hace dos o tres meses la última compra. Les vendimos como 38 mil kilos.

¿Le dijeron para que usaban el tiburón?

Usaban el cuero.