AFP.- El suizo Helg Sgarbi será juzgado a partir del lunes en Múnich, acusado de haber chantajeado a la mujer más rica de Alemania, la heredera de BMW, amenazándola con publicar imágenes de sus aventuras sexuales.

Sgarbi puede ser condenado a 10 años de prisión por intento de estafa y extorsión, en contra de un total de cuatro mujeres adineradas, según el acta de acusación.

La posible presencia en el juicio de la heredera de BMW, la multimillonaria Susanne Klatten, suscita un gran interés y más de 140 periodistas lo cubrirán.

Entre donjuán mitómano y chantajista, Sgarbi intentó obtener de Klatten más de 340 millones de euros ($430 millones) y logró que ella le diese siete, explica el acta. Fue en un elegante gimnasio de los Alpes donde Sgarbi, un cuarentón apodado “El Gigoló” por la prensa, conoció en el 2007 a Klatten, entonces de 46 años.

Sus primeros intentos de seducción fueron infructuosos, pero el hombre, que se presentaba como “consejero especial del gobierno suizo”, insistió durante meses hasta que ella sucumbió.

Para sacarle los siete millones de euros, el amante se inventó un accidente de tráfico sufrido en Estados Unidos que habría dejado a una niña en silla de ruedas. Afirmando tener que indemnizar a los padres, pidió con urgencia ayuda financiera a su rica amante, que le entregó el dinero.

Su relación acabó dos meses más tarde, cuando Klatten se negó a abandonar a su marido, y a pagarle los 290 millones de euros ($368 millones) que le pedía “para cubrir sus necesidades”.

Tras la ruptura, el hombre intentó extorsionarla, enviándole fotos y vídeos de las noches que pasaron juntos y que Sgarbi filmó. A cambio de no enviárselas a su marido y a la prensa, pedía 49 millones de euros ($62 millones).

Pero Klatten alertó a la Policía y lo detuvieron en enero del 2008. Con estos métodos, Sgarbi ya había obtenido 2,4 millones de euros de sus otras tres víctimas, todas mujeres ricas mayores que él.