Ronny Rojas
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Óscar Reiche Fischel confirmó ayer haberse reunido con el expresidente Rafael Ángel Calderón, quien le entregó un sobre cerrado para que se lo hiciera llegar, con carácter de urgente, a su hermano, Walter Reiche, en aquel momento preso en La Reforma.
La reunión ocurrió en el 2004, en Curridabat, en el consultorio de Reiche, quien es dentista.
Óscar Reiche declaró ayer como testigo en el juicio Caja-Fischel y ratificó lo que su padre, Walter Reiche Berger, contó a los jueces el jueves pasado.
Según el testigo, Calderón lo llamó un viernes en la mañana y le pidió una cita.
Horas más tarde, el expresidente lo visitó y le entregó el sobre con los documentos.
“Dijo que eran documentos personales y que le precisaba hacérselos llegar”, contó Reiche.
Los documentos constituían una promesa de venta, por $520 mil, de las acciones de un hotel en Florida, propiedad de Calderón, a la firma Harcourt Holding, que representaba Walter Reiche.
Reiche se los entregó a su padre, y este se los llevó a Walter.
Calderón y su abogado, Juan Marcos Rivero, declinaron ayer comentar sobre este tema.
Según la Fiscalía, el traspaso de acciones fue una “simulación” de Calderón para ocultar su participación en el proyecto Finlandia y justificar el pago de $520.500.
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