Alexander Aguilar
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Hablar del banquillo de Costa Rica y México es como hablar del cielo y el infierno.

El técnico nacional, Rodrigo Kenton, con tranquilidad y sin presión extrema, luego de su buen paso en la eliminatoria mundialista rumbo a Sudáfrica 2010.

El técnico mexicano, Sven Goran Eriksson, con el rancho ardiendo y millones pidiendo su cabeza, después de un trabajo que no ha dado los resultados esperados.

Son días de contrastes en los banquillos de ambas selecciones, que se verán las caras el próximo sábado en el Estadio Azteca.

“Por el resultado ante Bolivia (5-1) sí va a ser diferente (el accionar ante Costa Rica). Hoy (el martes) vi muchas cosas positivas, buenas, en el entrenamiento. Vamos a presentar un buen equipo el sábado y pienso que se jugará bien, con un buen futbol”, dijo Eriksson ayer en el diario El Universal.

También expuso que “toca a nosotros cambiar la opinión de la gente y tenemos la oportunidad el sábado de hacer esto. Estamos trabajando para ganar y jugar bien”.

“No estoy muy preocupado, estoy muy optimista, porque estamos trabajando bien”.

Son palabras que salen de un cuerpo en llamas, porque Eriksson sabe que, de no salir bien ante Costa Rica y Honduras, estará cantando viajera.

En Costa Rica, en cambio, Kenton navega por aguas más tranquilas, más relajadas que las de su colega. “Hay mucho optimisto y ojalá que todo siga saliendo bien. Queremos que ya empiecen las cosas para mantenernos igual”, indicó el seleccionador tico. “Todos estamos en la misma idea para lo queremos”.

Dos ambientes diferentes de cara a un partido donde la obligación absoluta se vestirá con la camiseta verde.

Lo dijeron

“Hay mucho optimisto y ojalá que todo siga saliendo bien. Queremos que ya empiecen las cosas”

Rodrigo Kenton, Seleccionador de Costa Rica

“Toca a nosotros cambiar la opinión de la gente y tenemos la oportunidad el sábado de hacer esto”.

Sven Goran Eriksson, Seleccionador de México