Yensy Aguilar y Erick Carvajal
yaguilar@aldia.co.cr

“Martín” fue sacerdote católico por más de 20 años. Mientras fue cura tuvo una hija y después de que nació, renunció a su cargo clerical.

Este hombre, quien no quiso identificarse, afirmó que al inicio su situación fue muy difícil. Ahora sabe que su caso no es el único en la Iglesia Católica (ver nota aparte).

No hace muchas semanas, a principios de mes, el padre cubano Alberto Cutié fue sorprendido besando y acariciando a una mujer, en una playa en Miami.

Días después, Cutié aceptó abiertamente que ama a Ruhama Canellis y que ha tenido una relación con ella desde hace 10 años.

El caso del padre Alberto y el de “Martín” ponen de nuevo en discusión la razón del celibato en el siglo XXI.

Aunque la deserción en la Iglesia es una realidad en nuestro país, la Conferencia Episcopal de Costa Rica y la oficina de la Nunciatura Apostólica no manejan cifras sobre renuncias.

Sin embargo, 75 por ciento de los jóvenes que estudian en el Seminario Central, ubicado en Paso Ancho, dejan la institución, precisó su director, Javier Muñoz.

José Francisco Ulloa, obispo de Cartago, dijo que ningún sacerdote ha renunciado a su cargo en los cuatro años que tiene de estar al frente de la diócesis.

En el caso de la diócesis de Tilarán, el obispo Vittorino Girardi dijo que solo dos curas dejaron el clero en los últimos seis años. En la diócesis de Limón, no ha renunciado ningún sacerdote, según el obispo José Rafael Quirós.

Iglesia a favor

¿Deben los sacerdotes casarse y tener parejas o vivir como lo hacen hasta el día de hoy?

Según el artículo 277 del Código de Derecho Canónico, el celibato es un don peculiar de Dios mediante el cual los ministros sagrados pueden unirse más fácilmente a Cristo con un corazón entero y dedicarse con mayor libertad al servicio de Dios y de los hombres .

El obispo Ulloa agregó: “el sacerdote que guarda el celibato es testimonio de los valores trascendentes, del cielo en quien creemos que los hombres ni se casarán ni se darán en matrimonio, sino que serán como ángeles en el cielo, como dice Jesús en Mateo 22,30”.

Osvaldo Brenes, obispo de Ciudad Quesada, recordó que todos los sacerdotes deben cumplir con la responsabilidad del celibato. “Es una disposición de la Iglesia y yo me acojo a ella, precisamente para poder atender como se debe a la familia eclesiástica”, dijo.

El obispo Quirós, de Limón, sostuvo que el celibato es una opción donde el sacerdote entrega su afectividad al Señor.

Agregó que la razón de ser una opción de dedicación y entrega plena es porque se requiere mayor disponibilidad en el servicio a la Iglesia. “Siempre habrá dificultades, pero cuando se hace libremente y con alegría se cuenta con la gracia de Dios”, manifestó.

El director del Seminario Central, Javier Muñoz, comentó que como parte de la preparación a los jóvenes se habla del celibato. Dijo que cada uno de ellos tiene su punto de vista. Algunos están de acuerdo, otros no.

En contra

Jorge Urrutia, reverendo de la Iglesia Episcopal Costarricense, comentó que el celibato es un don de Dios e implica una vocación. Por eso, opinó que no se debe ligar al ministerio sacerdotal.

“Es una decisión del reverendo hacer el voto del celibato. Incluso, lo puede renovar cada año, pero no tiene ninguna restricción para casarse”, expresó.

Agregó que contraer matrimonio y tener hijos es una gran ventaja, porque la vida sacerdotal está muy unida a la vida familiar. Esto, dijo, permite tener un panorama más certero de lo que viven las personas.

Roberto Romero, pastor de la Iglesia Adventista de barrio Escalante, dijo que el celibato no tiene ningún fundamento bíblico.

“El ser humano es un ser social, necesita relacionarse, y en la parte afectiva, el hombre necesita de la costillita”, expresó Romero.

Este punto de vista lo refuerza “Martín”, el sacerdote que tuvo una hija, quien aseguró que la soledad es un sentimiento notorio en la vida de un sacerdote.

“Hay algunas lagunas que se deben llenar en el campo afectivo”, sostuvo.

De acuerdo

Osvaldo Brenes.

Osvaldo Brenes, San Carlos.

Claro que el celibato es difícil, pero es uno de los ofrecimientos que hacemos a la Iglesia para poder servirle como debe ser.”

José Rafael Quirós, Limón.

Toda la doctrina de la Iglesia se fundamenta ante todo en un seguimiento cercano y fiel del Señor, así es el celibato que debemos seguir”.

Javier Muñoz, Seminario.

“A los seminaristas se les explica bien las implicaciones que tiene el celibato en la vida del sacerdote. Es parte de la formación que se les da”.

Francisco Ulloa, Cartago.

El celibato no es sólo la renuncia al matrimonio, sino un estilo de vida que se caracteriza por la dedicación personal del Reino de Dios”.

Vittorino Girardi, Tilarán.

Jesús fue célibe y el celibato lo que comprende es seguir a Jesús y asumir su modo de vida. La persona se entrega totalmente a Dios”.

Ruhama Canellis, la novia del popular sacerdote católico Alberto Cutié, desmintió, el viernes pasado, que haya participado en alguna estrategia para que unos paparazzi captaran las fotos en las que ambos se acarician y besan en una playa de Miami (EE.UU.), informó la agencia EFE.

Canellis, identificada por algunos medios como de origen guatemalteco, dijo en un comunicado que ella nunca fue paparazzi, como aseguró un fotógrafo en un programa de televisión de Miami y que en su vida nunca ha colaborado con ellos, refiriéndose a las personas que tomaron las fotos que causaron el escándalo.

La polémica que rodea al padre Alberto, desde que las fotos comprometedoras de la pareja fueron publicadas, el 5 de mayo pasado, ha reavivado el debate sobre el celibato obligatorio para los sacerdotes católicos.

En el sur de la Florida, la saga de Cutié parece haber ayudado a borrar la brecha que había entre católicos hispanos y blancos en torno al celibato. Una encuesta entre 400 católicos de Miami, realizada la semana pasada, reveló que 74 por ciento de ambos sectores se opone a ese requisito.

En una entrevista, concedida a la cadena Univisión, Cutié dijo que su relación no fue a la ligera. “No quiero que la gente piense que el padre Alberto tuvo un momento de calentura sexual y se fue para la playa y conoció a una muchacha. Esto ha sido un proceso interno, de mucha lucha, de mucha oración, de mucha confesión ” , dijo el religioso de 40 años.

Reiteró que Canellis, a quien él no mencionó por su nombre en la entrevista, es la única mujer con la que ha tenido relaciones sexuales y que la conoció desde hace diez años en la iglesia, pero fueron amigos durante mucho tiempo, antes de convertirse en amantes.

“Es una mujer que yo quiero. Desde que la vi supe que me gustaba. Me di cuenta que había una atracción ”, dijo el polémico sacerdote.

Yensy Aguilar Arroyo

yaguilar@aldia.co.cr

“Martín” me recibió en su oficina el viernes anterior en la mañana.

Vi una foto de su hija, su gran orgullo, algo que refleja tan solo al mencionarla. “Nunca renuncié a ella”, expresó.

La niña nació cuando ejercía el sacerdocio.

Afirma que desde que estaba en el vientre de su madre la ama, porque ella y su mamá le han ayudado a ser mejor.

Este sacerdote, quien no celebra los sacramentos desde hace algunos años, dijo que cuando las autoridades de la Iglesia conocieron su situación, vivió momentos muy difíciles.

“Me pedían que no la viera en su casa, ni que tuviera contacto con su madre. Ese pedido no lo cumplí, porque debía llevar a cabo mi responsabilidad”, expresó.

Años después del nacimiento de su niña, las autoridades le pidieron que renunciara a su cargo clerical. Acató el pedido y de esa forma pudo dedicarse por completo a su familia.

“Martín” afirmó que no se arrepiente de haber concebido a su hija y explicó que lleva una excelente relación con ella. Comentó que su hija sabía desde niña que era sacerdote. Preguntaba conforme sentía curiosidad.

Sobre el caso del padre Alberto, opinó: “Se puede sacar una lección. El padre Alberto es un hombre humanamente maravilloso y vio que su vida la podía complementar y por eso ha tenido esta relación. Su caso, aún es más difícil, porque es una figura pública”.

Con respecto al tema del celibato, me respondió que debe ser una opción.

“Esa actitud de la Iglesia, que es un poco exigente debe cambiarse. Amo a la Iglesia y al sacerdocio, pero creo que se debe revisar la institución celibataria”, expresó.