Franklin Arroyo González
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La ondulación hacia arriba en la pista, residenciales alrededor, obstáculos en zonas de aproximación de aeronaves y condiciones climáticas propias, son elementos de riesgo que tiene el aeropuerto Tobías Bolaños.
En ese lugar se han presentado cinco incidentes y un accidente dentro del aeropuerto, desde el 2004, y otro suceso más en las inmediaciones, en el mismo período, según Diego Gutiérrez, de la sección de Investigación de Accidentes de Aviación Civil.
Este ocurrió el sábado 16 de mayo cuando el piloto mexicano Héctor Luis Sosa López aterrizó de manera forzada en la pista de Circunvalación, en La Uruca. El piloto manifestó que se le apagó el motor a la avioneta que maniobraba. Aviación Civil investiga el caso.
Tuvo que aterrizar en medio de una de las carreteras con más tránsito y pudo ocasionar un accidente de mayores consecuencias, de no ser por la habilidad del joven de 21 años.
Jorge Fernández, director de Aviación Civil, reconoció que no deja de ser un riesgo esa condición, pero aclaró que los aeropuertos rodeados de zonas residenciales es una situación que se ve en todo el mundo.
“Los aeropuertos son generadores de desarrollo y en torno a ellos se construyen comercios, oficinas y residenciales. Tenemos un reglamento de obstáculos y hemos sido muy celosos en no permitir construcciones que se conviertan en un riesgo”, dijo.
Añadió que el Tobías Bolaños está en óptimas condiciones para operar con la cantidad de vuelos diarios, unos 280 en promedio, y para el tipo de aviación, que es visual y no instrumental, como en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
El controlador aéreo, Mauricio Espinoza, aseguró que los edificios más altos no se encuentran dentro de la zona de protección del aeropuerto.
Pancitas
Según el piloto e instructor, Leonardo Rojas, otro inconveniente del Tobías Bolaños son las irregularidades del asfalto, las cuales presentan panzas que pueden bajar el rendimiento de las aeronaves.
“No tenemos reporte oficial de nadie y se acaba de recarpetear. La panza no es obstáculo para que pueda operarse la pista”, afirmó Fernández.
Otro inconveniente es la calle de rodaje, que se supone, debe ser exclusiva para aviones, pero por la cual circulan autos, taxis o busetas, lo cual no es conveniente.
“Sí es cierto, pero todos saben que la prioridad de vía es de los aviones. Yo sólo recuerdo un incidente hace como 10 años. El problema es que es un ingreso a los hangares y oficinas”, explicóel director de Aviación.
Otra condición riesgosa y que podría afectar a pilotos con poca experiencia o a estudiantes, son los flujos de viento que se producen por el cañón del río Virilla. “Esos flujos de aire podrían desestabilizar el avión al aterrizar. Pueden modificar la hora de aterrizaje o producir que el avión ingrese más rápido y utilice más pista”, expresó Rojas.
Espinoza dijo que es una condición propia del aeropuerto.
“Sino estuviera el cañón, probablemente el viento nos afectaría de otra forma. Lo único que puede pasar es modificar la conducta del piloto a la hora del aterrizaje, pero no es una condición de riesgo”, acotó Espinoza.
También se advierten obstáculos en las zonas de aproximación, como un paredón de tierra, que dificulta las maniobras.
“Ese paredón se ha ido eliminando. No debería estar. Es una estructura rocosa y se ha quitado con dinamita. No es sencillo , pero se ha eliminado en gran porcentaje”, manifestó Edwin Jiménez, gestor de procedimientos de Aviación Civil.
El piloto Enrique Montealegre manifestó que el Tobías Bolaños es un aeropuerto seguro, para el tipo de aviación que se hace (visual) y para el tipo de aeronaves que operan.
“Tiene distancia suficiente para el tipo de aviones que operan, si fueran más grandes, no podrían hacerlo”, dijo el piloto.
Acostumbrados
EbenhardBeck, La Geroma.
Nunca ha ocurrido nada por estos lados, no me da tanto miedo. Pero uno no deja de pensar que podría pasar algo”.
Alberto Castillo, María Reina.
Alguna vez he pensado en eso, en qué pasaría si cae una avioneta por estos lados, aunque no vivo tan cerca del aeropuerto”.
Jaime Morales, Vecino.
Una vez una hélice de avioneta chocó contra el suelo y volaron pedazos. Uno se acostumbra, pero siempre piensa”.
Con cuidado
Está rodeado de residenciales. En un principio el aeropuerto no presentaba esa condición, pero el crecimiento de la ciudad alcanzó la obra.
Como efecto del viento que se genera por el cañón del Virilla, hay ráfagas que podrían producir cambios a la hora del aterrizaje, o que el avión entre más rápido o necesite de más pista.
Curvatura, tipo pancita, en la superficie de la pista que condiciona el rendimiento del avión. El principal riesgo lo corren las hélices de los aviones. En el 2004, una avioneta impactó una hélice en la superficie.
Una de las calles de rodaje, por donde sólo deben circular aviones, es utilizada por autos particulares, taxis, busetas y empleados del aeropuerto. No sucede en todas.
Hay cables de teléfono o de televisión por cable, cercanos a las calles de rodaje, que obligan al personal del aeropuerto a levantarlos con palos para que puedan pasar las avionetas. No debería pasar eso.
Turbulencia mecánica excesiva por hangares y árboles cerca de la pista.
Las escuelas de aviación toman en cuenta las condiciones del aeropuerto para diseñar las clases.
El viento es una condición que no pueden obviar y han elaborado estrategias propias.
“Tenemos técnicas de aterrizaje que se perfeccionan para controlar mejor esa característica”, dijo Leonardo Rojas, instructor de aeronaútica.
Luis Paulino Guzmán, de Aensa, indicó que los estudiantes llevan un proceso de entrenamiento para enfrentarlos a situaciones de emergencias.
“Hay de muchos tipos, como fuego, o les apagamos el motor en el aire para que aprendan a buscar dónde aterrizar y a planear”, aseguró.
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