Christian Campos
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Liberia. Las “bombas”, “retajilas” y “corrillos” guanacastecos volvieron a tomar las gargantas y calles de la ciudad blanca.

Los pitos en los carros no paran de sonar y las ventas de banderas aurinegras recobraron más fuerza.

El alma les volvió al cuerpo a la mayoría de los guanacastecos aficionados a Liberia Mía.

Por fin, el episodio de si habría o no final del Campeonato Nacional se disipó y la fiesta arranca, -a nivel deportivo- hoy a las cuatro; pero la fiesta en las calles arrancó la misma noche del viernes, cuando se tomó la decisión en el Proyecto Gol.

José Cabalceta, aficionado, asegura que la fiesta, aparte de estar en los redondeles de toros, “también está en la cancha del Edgardo Baltodano. Nosotros a como disfrutamos de las corridas, igual lo hacemos del fútbol”.

César Baltodano está de fiesta y esperando el pitazo inicial. “Acá hay que ganar, cueste lo que cueste, aunque tenemos cinco hombres menos. Se puede sacar la tarea y solo imagínese la alegría nuestra si campeonizamos”.

Por la calle de la Iglesia de la Agonía, la Inmaculada, el boulevard 25 de Julio y todos los rincones de Liberia, hay una fiesta.