DPA.- La Policía detuvo ayer en Santiago al obrero Manuel Bartierra, quien tuvo cuatro hijas-nietas con la mayor de sus hijas, a la que violó desde los 12 años de edad.

La mujer, identificada con las iniciales V.B.L, denunció que sus hijas de ocho, siete, cinco y cuatro años nacieron fruto de los abusos, situación que fue confirmada por pruebas de ADN.

V.B.L., además, dijo a las autoridades que su padre había comenzado a acercarse sexualmente cuando ella tenía ocho años y ambos se quedaban solos en casa.

Vecinos de la víctima, en un conjunto de departamentos sociales de la comuna de Quilicura, dijeron a la prensa que la niña "no miraba a los ojos", como si tuviera vergüenza.

Un capitán de la Policía agregó que uno de los motivos que impulsó a la víctima a denunciar a su agresor fue el hecho de que su hija mayor tiene hoy ocho años, por lo que temía ataques de su padre.

“Fue muy valiente”, acotó el oficial Mauro Pino, quien detalló que V.B.L. residía con dos hermanos y su madre. "Era una niña viviendo un infierno en su propia casa", sostuvo.

La Policía indaga ahora si las hijas-nietas de Bartierra fueron ultrajadas también por él, por lo que son sometidas a los peritajes en el Instituto Médico Legal. El obrero, capturado en la comuna semirural de Colina, al norte de la capital, dejó embarazada a su hija por primera vez a los quince años, según el reporte policial.

Bartierra, de 49 años, amenazaba a su hija con ultrajar a su hermana menor, si ella lo denunciaba, explicó el fiscal que reportó el caso, Álvaro Núñez.

La Justicia investiga si la esposa de Bartierra conocía los hechos. El imputado, que labora en una empresa maderera, fue apodado el "Josef Fritzl chileno", en alusión al pederasta austríaco que engendró siete hijos-nietos con su hija, a la que mantuvo oculta en un sótano por 25 años.