Silvia Alfaro Mata, colaboradora
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Martín Castillo vecino de Coronado, buscaba la tarde de ayer una cadenita y una pulsera para obsequiar a su esposa.

Con tal motivo, llegó al Centro de Alhajas y Joyas del Banco Popular, en barrio Amón, a examinar lo ofrecido durante el primer día de venta directa.

Castillo afirmó que por lo general, existe una gran variedad de alhajas para adquirir, pero que en esta oportunidad encontró pocas alternativas.

La coordinadora de Crédito sobre Alhajas, Shirley Barboza, comentó que hubo mucha afluencia de clientes durante el transcurso del día.

Vendieron alrededor de cien piezas, lo que les significa un ingreso cercano a los ¢25 millones.

“Usualmente solo el tesorero atiende a los clientes, pero por la cantidad de personas que han venido, tuvimos que hacerlo entre tres”, aseguró Barboza.

La funcionaria añadió que las piezas de más valor fueron las que encontraron comprador con más facilidad.

La venta directa continuará hasta acabar existencias, lo que podría ocurrir en dos semanas, según cálculos de la entidad.