Cada vez es más evidente que lo del presidente, Óscar Arias, y su novia, Geovanna Mendiola, va en serio. El martes vimos a la pareja en una actividad en el Hospital de Niños. Andaban muy felices, parecían un matrimonio de años. A doña Geovanna, a quien piropearon toda, le dijeron que era una gran colaboradora del hospital.

Ni ir al baño...

El lunes, en el debate del PLN en Repretel, el sindicalista Albino Vargas se puso de pie, posiblemente para ir al baño, pero el jefe de piso lo regañó y pidió que nadie más se levantara. Después, mientras hablaba Johnny Araya, un grupo de simpatizantes coreaba su nombre, con tumbacocos incluida. Rolando González, jefe de campaña, les pidió silencio.