Juan Diego Villarreal
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Liberia, Guanacaste. ¿Quién iba a pensarlo? El verdugo del Herediano en la final ante Liberia Mía vistió los colores rojiamarillos, e incluso el técnico Rónald “Macho” Mora lo ascendió a la máxima categoría

Wálter Chévez, con una asistencia a gol y una anotación, fue la figura de los pamperos ante los florenses y verdugo de su ex equipo, aunque el joven oriundo del barrio de Moracia aseguró ser pampero de pura cepa.

Ayer aprovechó para compartir con su pequeña hija Maritza Chévez, de un año y cuatro meses, recibiendo a sus amigos y vecinos en su casa, donde lo felicitaron por el título obtenido y el buen trabajo en el compromiso que le dio el cetro a Liberia Mía.

¿Cuando despertó tras la larga noche, pensó que el título era un sueño?

Fue una sensación extraña, me pregunté si era cierto que era campeón, pero al despertar bien me di cuenta que era una realidad y me sentí agradecido con Dios.

¿Cómo es eso que usted estuvo en Herediano?

Así es. Después de mi paso por las selecciones regionales integré el alto rendimiento del Herediano y más tarde “Macho” Mora me llamó a la Primera, pero nunca debuté. Entonces, por algunos problemas con el salario y el apartamento, decidí regresar y el entonces entrenador de Liberia, Juan Diego Quesada, me abrió las puertas.

¿Se sacó alguna espinita?

No, fue una decisión mía dejar Herediano y regresar a Liberia, donde mi papá me ayudó a integrarme al equipo, no hay rencor. Aunque algunos amigos en Heredia me dijeron que cómo había sido capaz de hacerles eso (asistencia y gol en la final).

¿Estuvo nervioso cuándo le dijeron que iba a ser titular?

No puedo decirle que no, pero el “Mambo”, con quien compartí en la concentración, me dijo que era mi gran oportunidad.

Agradecido

“Hay que agradecer a don Mario (Sotela). Antes teníamos muchos problemas y con él todo mejoró”

Wálter Chévez, Jugador de Liberia Mía