Carlos Láscarez S.
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Naranjo - Un vigilante, en aparente estado de ebriedad, asesinó ayer de tres balazos a un compañero de trabajo con el que tenía problemas desde meses atrás, informaron autoridades.
El crimen se registró a las 10:45 a.m. dentro de las instalaciones de furgones Transportes Quesada, compañía dedicada al traslado de azúcar y otros productos.
La víctima fue identificada por el OIJ como Agustín Ulises García Quirós, de 40 años, a quien le llamaban “Confite”.
En el momento del ataque cambiaba una pieza debajo de un furgón, señalaron varios compañeros.
García recibió dos disparos en la cabeza y otro en el pecho, lo que le produjo la muerte al instante, afirmó la Cruz Roja de Naranjo.
Como supuesto responsable del crimen figura un guarda privado de apellido Murillo, de 60 años, quien estaba en su día libre y se presentó al predio cargando un revólver 38 de la compañía.
Trascendió que Murillo llegó con el fin de conversar con el propietario Odilio Quesada, ya que al parecer quería comentarle unos temas que le molestaban desde días atrás.
Entre estos estarían aclarar que no andaba en chismes, como algunas personas habían dicho. También habría mencionado que se sentía rechazado por sus compañeros, por lo que decidió desquitar su ira con García, primero con el que se topó a su paso.
El Ministerio de Justicia confirmó que el presunto homicida descontó en 1990 una sentencia de tres años por robo agravado y en 1991 un año y dos meses por el delito de receptación. Ese mismo año fue sentenciado a 12 años de prisión por el delito de cultivo y transformación de marihuana.
La Fuerza Pública se presentó al lugar y logró desarmar al sospechoso quien portaba el revólver en la pretina del pantalón, dijo Marvin Vargas, oficial de la Fuerza Pública de Naranjo.
El fallecido tenía 19 años de casado y tres hijos de 18,14 y 6 años. Vivían en Cirrí Sur de Naranjo.
Klever Alvarado Rojas, suegro de García, comentó que fue trailero hacia Guatemala varios años, hasta que decidió quedarse en el plantel como mecánico.
Nadie lo creía
Carlos Aguilar, Paramédico.
Nos llamaron para atender a un baleado. Le vi dos orificios: en la cabeza y el pecho. No presentaba signos vitales”.
Marvin Vargas, Policía de Naranjo.
Cerca de una llanta había una caja de herramientas. Estaba tranquilo. Dijo que lo querían despedir”.
Carlos Arley, Trailero y amigo.
Es sorprendente lo que pasó aquí. El guarda le disparó de cerca. ‘Pipo’ tenía más de un año de laborar aquí”.
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