Ana Coralia Fernández

         

“Esta fecha es muy importante porque… dos por dos, cuatro, dos por tres seis… for example, the cat is… y entonces los rayos solares interceptan… cuidado con copiar… los libros nos ayudan a comprender… Yes, it is… es necesario que todos nos cuidemos unos a otros… cinco por una cinco, cinco por dos, diez… a veces los planetas se ponen en línea y esto ocurre cada… The boy run… chicos el examen está muy fácil… le entregan esto a sus papás para que en la reunión… los apuntados al campeonato deben venir… ¡muy bien, lo hiciste bien!...”

Apenas puedo robarle estas frases al viento mientras hago dos viajes al gimnasio de una escuela, pues más adelante, haremos alguna actividad relacionada con la celebración del Día del Libro. Cada vez que paso por un aula, alguna voz, algún murmullo me trae una de estas frases que llevo para mi colección.

En estos sitios está sin duda la mejor versión de los seres humanos: los niños. Allí viéndolos aprender con ganas o sin ellas, sé que algunos lograrán usarla como un peldaño para otros logros. Otros se sentirán seguros (a lo mejor más seguros que en casa) si la maestra o el maestro concientes de su importancia, hacen lo propio para que esa seguridad evolucione a cariño y gratitud, y otros, los más necesitados, también encontrarán en el recinto educativo un plato de comida caliente y cucharas limpias.

Uno quisiera que todos alcanzaran la meta y que ninguno se quedara rezagado como una hoja al viento.

¿Haremos entre todos lo propio para que pasito a paso, lo logremos?