En la actualidad se habla mucho de los vehículos eléctricos, donde las motos no han sido la excepción. La meta es llegar precisamente a esto con el fin de contribuir con el planeta que ¡tanto lo necesita!

Recientemente, una iniciativa española, bajo el nombre de proyecto Mobec Point, ha desarrollado la primera estación multiusuario de recarga eléctrica para motos, cuyo propósito es la implantación de una red de estaciones de carga inteligentes que consolide y aumente el parque de vehículos eléctricos de dos ruedas

El proyecto, desarrollado en Barcelona, está firmado por un grupo de emprendedores catalanes que ya han iniciado conversaciones con varias instituciones y comercializadoras energéticas para su instalación en diferentes localidades de Cataluña.

Mobec Point, acrónimo en inglés de punto de movilidad eléctrica, es la primera solución realmente efectiva y útil, aseguran sus autores, para la recarga de motos eléctricas. Se trata de una estación, de sencilla instalación, máxima seguridad y reducidas dimensiones, pensada exclusivamente para la recarga simultánea de hasta 25 vehículos eléctricos de dos ruedas, ya sean bicis o motocicletas. Aún así, la compatibilidad y modularidad de Mobec Point permite la conexión y recarga de otros vehículos eléctricos -carros, cuadriciclos u otros dispositivos de movilidad tipo Segway- gracias a la instalación de accesorios modulares específicos.

Aunque ha sido desarrollada sobre todo pensando en su instalación en la vía pública, aprovechando los espacios ya habilitados para estacionar motocicletas con un impacto visual mínimo, se trata de una solución que también puede ser válida para flotas de motos de empresas, entidades o cuerpos de seguridad que parquean de forma centralizada en una ubicación concreta.

Energía renovable

Mobec Point sólo utiliza electricidad procedente de fuentes de energía renovables con origen certificado, además de contar con un panel de placas solares en cada estación que también ayuda a generar parte de la energía que se consume en cada punto.

La interacción y funcionamiento entre la estación de recarga y el usuario y su vehículo es sencilla, ya que el usuario contará con una tarjeta de identificación, compatible con todos los Mobec Point y otros puntos de recarga eléctrica.

Una vez identificado, el usuario indicará a través de una pantalla durante cuánto tiempo quiere recargar su moto. Tras este paso, se levantará el cierre de seguridad de la toma para que el usuario pueda conectar la moto, y, al cabo de unos segundos, la toma vuelve a cerrarse de forma totalmente segura para que nadie pueda manipular ni interrumpir la recarga.

A diferencia de otros puntos de recarga, explican sus promotores, el usuario podrá controlar el estado de la carga mediante una aplicación instalada en su teléfono celular o bien a través de la página web de Mobec Point. También a través del celular o la computadora podrá modificar su tiempo de recarga si, por ejemplo, prevé estar más tiempo del previsto en una reunión o en casa.

El vandalismo urbano también se ha tenido en cuenta, por lo que si, por ejemplo, alguien cortara la conexión entre moto y estación, se anularía automáticamente el suministro eléctrico de ese punto concreto y, además, el usuario sería avisado a través del celular, y todo ello siempre controlado desde un centro encargado también de dar servicio y mantenimiento ante incidencias.

Actualmente, existe una oferta amplia y competitiva de motos eléctricas, pero sólo con una red de recarga accesible y útil será posible el despegue definitivo de los vehículos eléctricos de dos ruedas, según los promotores del proyecto.

Este proyecto, todavía en fase prototipo, está pensado y estudiado para lanzarse como pionero en Barcelona, segunda ciudad europea con un mayor parque de motocicletas, pero ya se ha presentado para su instalación en otras ciudades catalanas.

Además, y como es normal en este tipo de propuestas, cuentan con la intención de expandirse internacionalmente, siendo el mercado asiático uno de los clientes más potenciales.