Carlos Freer, cineasta
cfreervalle@gmail.com

Hace unos meses se instauró una Comisión Especial, para analizar e informar al Ejecutivo del estándar o formato de televisión digital aplicable al país.

Además, la Comisión debió analizar las implicaciones tecnológicas, industriales, comerciales y sociales del paso de la televisión análoga a la digital. El dictamen se deberá entregar dentro de pocos días.

Se ha tenido que escoger entre el estándar estadounidense, el europeo, el japonés-brasileño y el chino. Y pocas veces se ha analizado con tanto rigor las características de cada formato, sus alcances, limitaciones, posibilidades y ventajas.

Una subcomisión técnica ha realizado estudios, pruebas comparativas y ensayos de diversa índole.

El veredicto estará bien sustentado desde el punto de vista de la tecnológico, industrial y comercial.

Falta el asunto que tiene que ver con lo social. Con la adopción de la televisión digital se abren múltiples oportunidades para que la población costarricense pueda contar con diversos contenidos audiovisuales, servicios para la salud, opciones de formación y educación, herramientas comunales y laborales.

Esta será una oportunidad para que, a continuación, se planteen las políticas nacionales referentes al papel que el sistema audiovisual ha de jugar en el país.

Si no lo hacemos a lo inmediato, no veremos tan pronto otra oportunidad así.