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Fuentes recordó en el hospital que hace siete años vendió el mayor con el 92. Rafael Pacheco.
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El temor a ser víctima de un asalto era palpable ayer afuera del Mercado Municipal de Cartago. Rafael Pacheco.
Carlos Láscarez S.
clascarez@aldia.co.cr
Cartago.- Tres días después de recibir un balazo en el tórax por parte de un asaltante que pretendía sustraerle un maletín con dinero, el chancero Dagoberto Fuentes, de 55 años, afirmó ayer que estar vivo es una nueva oportunidad que le regaló Dios.
Así lo expresó mientras se recupera en la cama 9 de la sección de Cirugía de hombres del hospital Max Peralta de Cartago.
Recordó que el lunes anterior observó de reojo una motocicleta que viajaba contravía, de la cual bajó un hombre que lo encañonó y le dijo que era un asalto.
“Me quedé perplejo. En eso el hombre sacó un cuchillo para cortar las maniguetas del maletín. En ese momento, traté de agarrarlo y fue cuando me disparó a quemarropa. No me acuerdo cuál de todos me impactó. Mi reacción fue cubrirme detrás de la tabla. Es una oportunidad de vida que siento me está dando Dios ”, recordó aún asombrado Fuentes.
Al tocarse y sentirse ensangrentado, Fuentes pensó que “hasta aquí me la prestó Dios”, en especial porque pensó que el balazo estaba al lado del corazón, pero para su fortuna fue al otro lado.
Agregó que se calmó un poco y que gritó que por favor lo llevaran al hospital, acción que fue llevada a cabo por dos muchachos a bordo de un vehículo particular.
Con 40 años como vendedor y 30 de laborar en los alrededores del Mercado Municipal de Cartago, Fuentes dijo que es la tercera vez que es víctima del hampa.
Debido a que el proyectil permanece alojado muy cerca de la columna, los médicos valoran la posibilidad de dejarlo allí.
El balazo ingresó, astilló una costilla y bajó, dijo Fuentes.
Fue enfático al señalar que seguirá trabajando en lo mismo, ya que lo ha hecho así toda la vida.
“Uno siempre anda cosas de valor. El vendedor de lotería está expuesto a esto. Ese día portaba un monto considerable”, agregó.
Durante un recorrido efectuado ayer fuera del Mercado Municipal, chanceros y comerciantes se quejaron de la falta de seguridad y escasa presencia policial, en una zona catalogada como trascendental para el comercio y donde se manejan altas sumas de dinero. Indicaron que hace un mes asaltaron una joyería, luego a un vendedor de lotería hace 15 días y a Fuentes hace cuatro días.
Al garete
Julio Vargas, chancero.
Por aquí no hay policías. Acá se maneja mucha plata. Las cámaras no lo van a salvar de los balazos ni de los ladrones”.
Carlos Ramírez, comerciante.
Pedimos que no nos envíen policías novatos a Cartago. El tiempo de reacción de la Policía es malo. Hay mucho temor”.
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